Seguro te ha pasado: hablas con alguien sobre un producto que te interesa y, poco después, aparece publicidad sobre ese mismo artículo en tu celular. Esta coincidencia ha llevado a muchos a creer que sus teléfonos o computadoras están escuchando sus conversaciones para mostrarles anuncios personalizados. Pero, ¿qué tan cierto es esto y qué hay realmente detrás de estas situaciones?
Aunque nuestros celulares cuentan con micrófonos y cámaras y técnicamente podrían escucharnos, diversos estudios sugieren que no lo hacen con el propósito de personalizar la publicidad. La explicación de este fenómeno va por otro camino.
¿Los celulares nos escuchan para mostrar publicidad?
La idea de que los dispositivos móviles y otros con acceso a internet pueden estar espiando nuestras conversaciones no es nueva. Muchos usuarios han compartido en redes sociales y foros sus experiencias, lo que ha alimentado la sospecha de que las grandes compañías tecnológicas podrían estar utilizando los micrófonos de nuestros dispositivos para escucharnos y así dirigirnos anuncios de manera más efectiva.
La teoría se basa en una experiencia común: hablar de un producto o servicio y, poco después, ver un anuncio relacionado en una página web o aplicación. Sin embargo, a pesar de la amplia difusión de esta creencia, no existen pruebas concluyentes que demuestren que estas empresas estén utilizando los micrófonos de nuestros dispositivos con ese propósito específico.
Para investigar esta inquietud, la firma de ciberseguridad Wandera realizó una investigación exhaustiva para verificar si, efectivamente, los teléfonos móviles están escuchando a los usuarios para personalizar la publicidad.
El experimento que desmiente la teoría
Wandera llevó a cabo un experimento colocando dos teléfonos —un Samsung con Android y un iPhone— en una habitación donde se reprodujo durante 30 minutos un anuncio sobre comida para mascotas. Paralelamente, otros dos teléfonos idénticos se ubicaron en una habitación en silencio.
Los investigadores mantuvieron abiertas diversas aplicaciones populares como Facebook, Instagram, Google Chrome, Snapchat, YouTube y Amazon, todas con permisos completos. Al finalizar el experimento, buscaron anuncios relacionados con comida para mascotas en cada plataforma y analizaron el uso de datos y batería en los teléfonos. ¿El resultado? No hubo evidencia de que los teléfonos en la habitación con sonido recibieran más anuncios relevantes sobre comida para mascotas que los ubicados en la habitación en silencio.
James Mack, ingeniero de sistemas en Wandera, comentó que “los datos obtenidos en nuestras pruebas son mucho menores que los de los asistentes virtuales, lo que sugiere que las grabaciones constantes de conversaciones y su posterior subida a la nube no sucede en ninguna de las apps analizadas”.
Este hallazgo respalda la postura de las grandes compañías tecnológicas, que han negado repetidamente cualquier práctica de espionaje a través de los micrófonos de los dispositivos.
¿Por qué parece que nos escuchan?
Si nuestros dispositivos no están escuchando nuestras conversaciones, ¿por qué sentimos que lo hacen? Aquí es donde entra en juego la psicología y el concepto de la ley de promedios. Pasamos mucho tiempo navegando en internet y viendo anuncios, por lo que es probable que alguna vez un anuncio coincida con un tema que acabamos de discutir. Aunque esto no es más que una coincidencia, nuestra mente tiende a interpretarlo como algo significativo.
Este tipo de percepciones se refuerzan por la tendencia humana a prestar más atención a las coincidencias que a las ocasiones en las que no ocurre nada relevante. Recordamos claramente las veces en que un anuncio parece haber respondido a una conversación reciente, pero ignoramos las miles de veces en las que los anuncios no tuvieron relación alguna con nuestros temas de conversación.
Otra explicación para esta sensación de ser espiados es el poder de los algoritmos utilizados por las plataformas publicitarias. Las empresas tecnológicas no necesitan escuchar nuestras conversaciones para saber lo que nos interesa. Los algoritmos publicitarios son tan sofisticados que pueden hacer predicciones sorprendentemente precisas sobre nuestros intereses basándose en datos como nuestra edad, género, historial de navegación y ubicación.
Google, por ejemplo, ha desmentido en repetidas ocasiones la hipótesis de que sus dispositivos escuchan a los usuarios a través de los micrófonos para personalizar anuncios. La empresa ha aclarado que el micrófono de los dispositivos solo se activa cuando se utiliza un comando de voz como “Hey Google” o “Hey Siri” en el caso de Apple.
Cómo reducir la publicidad invasiva
Para aquellos que desean minimizar la cantidad de publicidad que reciben, existen varias opciones. En dispositivos iOS, se puede limitar el rastreo de anuncios activando la opción “Limitar seguimiento” en los ajustes de privacidad.
En Android, aunque el adware puede ser más invasivo, los usuarios pueden gestionar las aplicaciones que generan más anuncios y, en casos extremos, formatear el dispositivo para empezar de cero con mayores precauciones.