En el mundo de la tecnología, es común que las empresas nombren sus productos con numeraciones consecutivas, señalando la evolución de cada modelo. Sin embargo, Apple y Microsoft rompieron esta tendencia cuando decidieron omitir el iPhone 9 y el Windows 9 en sus líneas de productos. Esta decisión no fue casual y esconde razones técnicas y estratégicas que reflejan la complejidad de la industria.
Apple: del iPhone 8 al iPhone X
En 2017, Apple lanzó el iPhone X para conmemorar el décimo aniversario de su icónico dispositivo. Curiosamente, la empresa decidió saltar del iPhone 8 al X, generando especulación. La teoría más aceptada es que Apple eligió el número X (diez) para marcar la importancia de la fecha, evitando la confusión que un iPhone 9 podría generar, haciéndolo parecer solo una actualización incremental del iPhone 8.
Además, el iPhone X trajo consigo cambios importantes como la eliminación del botón de inicio, la introducción del Face ID y una pantalla OLED sin bordes, una reinvención total del smartphone. El número 10 reforzaba esta idea de evolución radical.
Microsoft: el salto de Windows 8 a Windows 10
Microsoft también sorprendió al no lanzar Windows 9, pasando directamente al Windows 10 en 2015. Este movimiento fue un intento de distanciarse del mal recibimiento de Windows 8, que fue criticado por su interfaz táctil poco práctica para usuarios de PC de escritorio.
El número 10 marcaba un nuevo comienzo para Microsoft. Además, razones técnicas jugaron un papel importante: algunos software antiguos podrían haber confundido Windows 9 con versiones anteriores como Windows 95 o 98, generando errores de compatibilidad.
Decisiones estratégicas en tecnología
Ambas compañías usaron estos saltos numéricos para enfatizar cambios significativos en sus productos y romper con el pasado. Estos movimientos demostraron cómo los nombres de los productos pueden ser una herramienta poderosa para transmitir evolución e innovación.
Con estas estrategias, tanto Apple como Microsoft lograron marcar un antes y un después en sus líneas de productos, dejando claro que cada salto en su numeración simboliza un paso importante en la evolución tecnológica.