El Estadio Cuauhtémoc, uno de los recintos más emblemáticos de México, es conocido por su gran historia, pero pocos saben la verdadera razón de su nombre.
Aunque muchos creen que se debe a una referencia histórica hacia el último Tlatoani Azteca, Cuauhtémoc, la realidad es que su nombre tiene más que ver con una estrategia comercial de una cervecera mexicana.
El inicio de una leyenda
El Estadio Cuauhtémoc fue inaugurado el 6 de octubre de 1968, como parte de la preinauguración de los Juegos Olímpicos de ese año. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, quien también diseñó el Estadio Azteca, fue el encargado de la obra. El propósito inicial del coliseo era albergar eventos como los Juegos Olímpicos de 1968 y la Copa Mundial de Fútbol 1970.
La conexión con la Cervecería Cuauhtémoc
Aunque su nombre podría sugerir un homenaje a Cuauhtémoc, el último emperador azteca, la realidad es que la Cervecería Cuauhtémoc fue la principal patrocinadora de la construcción del estadio, contribuyendo con los recursos necesarios para su realización. De ahí el nombre, una estrategia comercial de la cervecera para asociar su marca con un símbolo de grandeza.
Las remodelaciones y la disputa por el nombre
A lo largo de los años, el Estadio Cuauhtémoc ha sufrido tres grandes remodelaciones, pero la cervecera nunca más volvió a aportar recursos para mantener su nombre. En 2015, tras la última remodelación, el gobierno estatal de Puebla consideró ofrecer el nombre del estadio a alguna empresa interesada, ya que la Cervecería Cuauhtémoc no había realizado aportaciones para financiar las mejoras. Se llegó a rumorear que la automotriz Audi estaba interesada, pero los escándalos ambientales del Grupo Volkswagen impidieron un acuerdo.
El legado del Coloso de las Maravillas
A pesar de los cambios comerciales y los intentos por renombrar el estadio, el pueblo poblano sigue llamando al estadio "Cuauhtémoc", y es uno de los pocos recintos que ha acogido dos Mundiales de Fútbol. Aunque los "coliseos modernos" cambian de nombre por fines comerciales, el Estadio Cuauhtémoc continúa siendo un símbolo de la historia futbolística de Puebla y México.
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