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¿Qué es el clonazepam, para qué sirve y cuáles son sus riesgos? Aquí te decimos

El uso de clonazepan requiere de prescripción medica, por lo que no es tan fácil de conseguir en farmacias, además de que su uso puede causar daños irreversibles en el sistema nervioso central. Su uso combinado con otros medicamentos, o con la ingesta de alcohol, podría provocar la muerte.

Qué es el clonazepam

Es un fármaco que deriva del grupo de las benzodiazepinas, medicamentos psicotrópicos, con efectos hinópticos, anticonvulsivos, amnésicos y miorrelajante,. Su uso se da para el tratamiento contra la ansiedad, inmsonio, y otros estados de salud relacionados con lo afectivo.

Para qué sirve

Se utiliza para tratar transtornos de pánico, inmsonio y ansiedad, además de que también facilita la abstinencia a otras benzodiacepinas. Su efecto es ansiolítico e hipnótico, además de que ayuda a estabilizar el estado de ánimo a corto plazo.

Los tratamientos que incluyen el uso de clonazepam se realizan por periodos breves, aunque en algunos casos se recomienda de forma prolongada, siendo episodios epilépticos o de pánico severeos las causas de su ingesta prolongada. Suele ser recetado en conjunto con antidepresivos, que ayudan a combatir sus primeros efectos secundarios, como la sensación de bienestar, la tranquilidad, la sedación e incluso la euforia que puede presentarse.

Riesgos de su uso

Utilizar dosis altas puede provocar una amnesia, a corto o a largo plazo dependiendo de la dosis que se haya ingerido, así como una desinibición de las conductas e incluso puede llevar a realizar actividades peligrosas. Aunque no se puede llegar a presentar una sobredosis por el consumo elevado de la benzodiazepina, la mezcla con algún tipo de droga podría provocar la muerte.

Pacientes, médicos y otras personas que lo han ingerido, contaron anécdotas de lo difícil que se vuelve su abstinencia conforme más alta sea la dosis, causando dependecia en los consumidores. El corte abrupto de su uso podría llevar a sufrir efectos colaterales , entre los que se encuentran delirios, convulsiones, problemas cardiovasculares e incluso la muerte.

Dentro de sus efectos se encuentra la somnolecia, náuseas, coma, disminución de los reflejos, confusión, hipotensión y paro respiratorio. Se soliía recetar con dosis controladas de estimulantes como las anfetaminas, sin embargo esto dejó de ser aprobado debido a los efectos secundarios que producía.

Las reacciones que provoca también pueden ser opuestas a las que busca el paciente, ya que se podrían presentar signos de nerviosismo, inquietud, comportamiento agresivo u hostil, excitabilidad, estados de panico o transtornos del sueños, entre otros más. Su uso en niños se vuelve más delicado, debido a que son más sensibles a sus efectos, los cuales tiene repercusión directa en el sistema nervioso central.

En caso de una ingesta accidental o en una dosis elevada, requiere de un lavado gástrico para combatir los efectos, además se deberá realizar un seguimiento de la respiración, el pulso, la presión arterial y administrar algunos medicamentos adicionales. Su uso debe ser controlado por un médico especialista ya que la automedicación podría contribuir a daños irreversibles en el sistema nervioso central.

 

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