Hoy en día, el término "escort" se ha popularizado tanto para hombres como para mujeres, refiriéndose a personas que ofrecen compañía social a cambio de una compensación financiera. Aunque comúnmente se asocia con servicios de acompañamiento, en algunos casos, este término también implica intercambios de favores íntimos.
La noción de "escort" o "prostitución de lujo" ha ganado popularidad en los últimos años, alejándose del estigma tradicionalmente vinculado a la prostitución. Este cambio en la percepción social refleja una evolución en la comprensión del rol, donde la experiencia ofrecida por los escorts va más allá del acto físico.
A diferencia de la prostitución tradicional, que suele enfocarse en satisfacer necesidades inmediatas, los servicios de un escort abarcan desde el acompañamiento en eventos sociales hasta viajes prolongados. Esta redefinición busca proporcionar a los clientes una conexión más profunda, incluso sin necesidad de involucrar relaciones íntimas.
Los escorts, tanto hombres como mujeres, se presentan como personas atractivas, educadas y capaces de ofrecer experiencias enriquecedoras, rompiendo con los estereotipos y explorando nuevas dimensiones en su rol.
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