La cena es la última oportunidad del día para nutrir al cuerpo antes del descanso. Según Everyday Health, aporta energía nocturna, mientras que el Colegio Americano de Pediatría destaca que cenar en familia mejora la calidad de la dieta, el rendimiento académico y disminuye el riesgo de obesidad infantil.
Consecuencias de omitir la cena
De acuerdo con especialistas de Banner Health y One Health, no cenar puede tener diversos efectos en tu organismo:
- Descenso en la glucosa: provoca cansancio, mareos e irritabilidad.
- Metabolismo más lento: el cuerpo entra en “modo ahorro” y dificulta la pérdida de peso.
- Desequilibrio hormonal: altera grelina y leptina, lo que incrementa el apetito.
- Exceso en la siguiente comida: fomenta atracones y picos de energía seguidos de bajones.
- Relación negativa con la comida: puede derivar en trastornos alimentarios.
Evidencia científica reciente
- Un estudio en Nutrition & Metabolism mostró que omitir la cena no eleva tanto la glucosa como saltarse el almuerzo, aunque sí afecta la calidad de la dieta.
- La encuesta NHANES halló que quienes no cenan consumen menos vegetales, proteínas y lácteos.
- Un análisis publicado en la National Library of Medicine reveló que estudiantes japoneses que se saltan la cena tienen más de un 10 % de aumento en peso y mayor riesgo de obesidad.
Cómo cenar de forma saludable
Para evitar efectos negativos en tu metabolismo y bienestar, toma en cuenta estas recomendaciones:
- Ten refrigerios saludables a la mano: frutas, nueces o yogur.
- Prepara ingredientes con anticipación para ahorrar tiempo.
- Cocina porciones grandes que sirvan para varias comidas.
- Respeta un horario fijo para cenar.
- Equilibra nutrientes con proteínas, vegetales y carbohidratos integrales.
Aunque pueda parecer inofensivo, no cenar de forma regular afecta tu metabolismo, apetito y relación con la comida. Mantener una cena balanceada ayuda a conservar la energía diaria, mejorar el descanso y mantener un peso saludable.