Una realidad es que los microondas son un electrodoméstico muy popular y casi indispensable en algunas cocinas, pero es seguro que también todos hemos escuchado a más de una persona decir que "es malo" calentar la comida en el microondas, ¿qué tan cierto es esto? Te contamos un poco.
El microondas es uno de esos inventos que nos ha salvado la vida en más de una ocasión: nos ha ayudado a descongelar rápidamente la comida que habíamos olvidado sacar del congelador, podemos derretir chocolate o calentar nuestra comida en el trabajo. Sin duda alguna, nuestra vida sería más complicada si no tuviéramos un microondas a la mano.
El miedo a la radiación
En realidad, el microondas no es una caja mágica que calienta la comida en un dos por tres de formas inexplicables; este electrodoméstico calienta la comida utilizando una especie de ondas de radiación electromagnética, similares a las que usa la radio o la televisión, que calientan las moléculas de agua que incluyen los alimentos.
Es justo este aspecto el que preocupa a una gran cantidad de personas, puesto que siempre asumimos que la palabra radiación es igual a un aspecto negativo y problemático para la salud. Sin embargo, respecto a la exposición radiactiva, la Organización Mundial de la Salud ha asegurado que mientras que se use de forma correcta, calentar la comida en un microondas no conlleva ningún riesgo.
"Cuando se usan de acuerdo con las instrucciones del fabricante, los hornos microondas son seguros y convenientes para calentar y cocinar una variedad de alimentos" asegura el organismo.
Al calentar la comida, las ondas de este aparato quedan contenidas en su interior, siempre que esté en buen estado. Por ejemplo, es importante que comprobar que la puerta se cierra correctamente y que los dispositivos de bloqueo de seguridad funcionan correctamente. Los sellos de la puerta deben mantenerse limpios y no debe haber signos visibles de daños en puerta o carcasa exterior del horno.
¿Calentar los alimentos en el microondas puede hacer que los alimentos pierdan nutrientes?
Sin duda alguna, los métodos en los que cocinamos nuestro alimentos sí que pueden interferir en la forma en que sus componentes químicos se transforman o se pierden; por ejemplo, una de las formas más saludables de cocinar nuestras verduras y de asegurarnos de que estas sigan teniendo sus nutientes es cocinarlas al vapor.
Esto sucede porque se cocinan de forma rápida y no tan agresiva. Pero cuando se exponen a una mayor temperatura y pierden una mayor cantidad de agua, se somete a una mayor pérdida de nutrientes (especialmente vitaminas y minerales).
Por ejemplo, las vitaminas A, D, K, y E se ven alteradas por el calor y se pierden al cocinarse a temperaturas elevadas.
Pero, por otro lado, el microondas reduce el tiempo de cocinado, entonces ayuda también a retener los nutrientes de otros alimentos. Por ejemplo, esta investigación encontró que que el microondas es el método que conlleva menor pérdida de vitamina C en vegetales verdes.
Tener cuidado al calentar plásticos
Eso sí, debemos de tener cuidado a la hora de introducir cualquier tipo de plástico al microondas. No es nada recomendable introducir envases de unicel o recipientes no aptos para microondas.
El plástico contiene una sustancia química llamada ftalatos. Permite que el material sea más flexible y es muy frecuente en botellas, en envases para llevar y embalajes plásticos.
Ciertas investigaciones han encontrado que estas sustancias pueden afectar a la reproducción y al sistema endocrino. Algunas evidencias apuntan a la posibilidad de que causen asma y afecciones de la piel en niños.
Al calentar en el microondas, el calor puede hacer que los ftalatos de un recipiente plástico pasen a la comida y de ahí al cuerpo humano. Un estudio de 2011 que analizó más de 400 envases de plástico diseñados para contener alimentos encontró que la mayoría filtraba estas sustancias químicas que alteran las hormonas.
Para evitar este riesgo lo recomendable es desechar estos envases y calentar siempre los alimentos en el microondas en recipientes de cerámica o vidrio.