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¿Tu celular muere con el frío? La explicación que nadie te contó

Si últimamente notas que tu celular se descarga más rápido cuando hace frío, no te preocupes, no es tu teléfono "viejo", ni un fallo del sistema: es física básica actuando sobre las baterías de litio.

Estas baterías —las mismas que usan prácticamente todos los smartphones, laptops y dispositivos modernos— dependen de reacciones químicas internas para funcionar.
Cuando baja la temperatura, esas reacciones se vuelven lentas, como si todo dentro de la batería se moviera en cámara lenta. El resultado es evidente: menos energía disponible, descargas aceleradas, apagones inesperados y menor rendimiento, incluso aunque no estés usando mucho el celular. En la mayoría de los casos, todo vuelve a la normalidad cuando el equipo regresa a un ambiente más cálido; sin embargo, la exposición frecuente al frío puede ir dañando la batería poco a poco.

Por qué se descarga más rápido y cuándo puede ser peligroso

En palabras simples: el frío disminuye el flujo de iones de litio, que son los que permiten que la batería entregue energía. Si los iones se mueven menos, el teléfono funciona peor. Esto explica por qué el equipo puede apagarse aunque marque 20% o mostrar un porcentaje irreal de carga.
El punto más delicado es cargar el celular cuando está muy frío. Hacerlo con temperaturas cercanas o inferiores a 0 °C puede provocar daños internos irreversibles, ya que pueden formarse depósitos metálicos dentro de la batería. Eso no solo reduce su vida útil, también puede inutilizarla por completo. La recomendación oficial es clara: si tu teléfono está congelado, no lo conectes a cargar hasta que recupere temperatura ambiente.

Cómo proteger la batería en época de frío

Si vives en zonas donde el invierno pega fuerte, vale la pena tomar precauciones. Mantén el teléfono dentro de bolsillos interiores, evita dejarlo en el coche por la noche, cierra apps en segundo plano y no lo cargues si está muy frío. Si necesitas un extra, las fundas térmicas pueden ser buenas aliadas.
En gran parte de México el riesgo es bajo porque no se alcanzan temperaturas extremas, pero aun así conviene cuidar el equipo. Un poco de prevención puede ser la diferencia entre una batería sana y una que no llegue a fin de temporada.

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