Para la economía global, el año 2020 cierra con un sentido de esperanza para el futuro, en parte por la suposición de que seguramente no puede avecinarse nuevamente un año tan malo.
Este optimismo también emana del despliegue de vacunas para contener la pandemia de coronavirus, lo que significa que el regreso a la normalidad en el transcurso de 2021 ya no parece una perspectiva tan ambiciosa.
Pero puede que sea demasiado tarde para salvar muchos millones de empleos y la acumulación de cientos de miles de millones de dólares en deuda pública recién creada en todo el mundo.
Lo que comenzó como un año nublado por amenazas de complejas elecciones en Estados Unidos, continuas tensiones comerciales con China y una fecha límite estresante para las relaciones del Reino Unido con la Unión Europea, pronto se convirtió en una prueba existencial para garantizar el tipo de crecimiento económico que fuere en medio de extensos cierres sin precedentes.
A continuación una selección de temas que ofrecen una mirada final al caos y la ruina que resultaron del COVID-19 durante 12 inigualables meses para todoel mundo.
Paradigma perdido
El ritmo de la recuperación en las economías avanzadas del mundo se mantiene por debajo de los niveles anteriores a la crisis, según los principales indicadores compuestos de la OCDE, que tienden a preceder a los puntos de inflexión económica en unos seis meses.
Tasas bajas
En todo el mundo, los formuladores de políticas económicas pasaron a modo de emergencia. Los bancos centrales recortaron las tasas de interés a nuevos mínimos en un intento por suavizar las condiciones monetarias, o las mantuvieron en niveles muy bajos o inferiores a cero.
Estímulo desenfrenado
Los Gobiernos también crearon nuevos programas de emergencia, la flexibilización cuantitativa continuó a toda marcha y los bancos centrales acumularon altas cantidades de bonos gubernamentales justo cuando los bonos del Tesoro comenzaron a emitir más deuda para financiar sus respuestas fiscales a la crisis.
Deuda gigante
El inigualable gasto de los Gobiernos para amortiguar las consecuencias de los cierres impulsó el endeudamiento público en todo el mundo. Para algunos países, los niveles de deuda se encuentran ahora en el punto máximo en décadas.
Crisis laboral
A pesar de sus esfuerzos, los Gobiernos no pudieron proteger todos los empleos, y las tasas de desempleo han aumentado en comparación con el comienzo de año. Ante cambios a largo plazo para algunos sectores, como el turismo y las aerolíneas, muchos empleos tal vez se perderán para siempre, lo que intensifica la perspectiva de cicatrices económicas a largo plazo.
Dificultades para inmigrantes
La crisis ha sido un revés para la tendencia de rectificación de la desigualdad. Los trabajadores migrantes soportaron una gran carga, ya que muchos de sus trabajos eran más vulnerables, y a menudo también enfrentaban mayores riesgos de salud por tener trabajos de primera línea durante la pandemia.
No obstante, las remesas fueron más resistentes de lo esperado. Las transferencias de efectivo de los inmigrantes en Estados Unidos a sus familias en América Latina están casi por igualar el total de 2019, un panorama mucho mejor que la caída proyectada por el Banco Mundial en abril.
El comercio se mantiene en pie
Pese a los temores en abril de un mayor colapso en los flujos de comercio internacional que en cualquier otro momento de la era de la posguerra, la disminución en 2020 resultó en general similar a la observada durante la crisis financiera mundial. En parte, esto refleja la fuerte caída de la demanda de los consumidores en servicios donde la intensidad del comercio es baja, según la OCDE.
Biden al rescate
La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre también podría ayudar al comercio, si se aleja de la política “America First” que Trump priorizó en EU en los últimos cuatro años. Esto podría ayudar a evitar un giro total en la globalización, un resultado que Bloomberg Economics calcula reduciría el producto interno bruto mundial en 31 billones de dólares para 2050.
Cambio de poder
A pesar de todos los reveses de 2020, al menos hubo progreso en un frente. Las mujeres rompieron esquemas en el manejo del poder económico, con ministras de Finanzas por primera vez en Estados Unidos y Canadá. Janet Yellen asumirá su cargo de secretaria del Tesoro en 2021.