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Un 31 de diciembre de 2019 la OMS reportaba primeros casos de una 'misteriosa' neumonía en China

Este jueves se cumple un año del inicio de lo que se convertiría en la pandemia de COVID-19. El 31 de diciembre de 2019, China informó a la Oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de varios casos de "una neumonía de causa desconocida" detectados en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei.

Nombrado entonces 2019-nCov, el nuevo coronavirus se encontró por primera vez en personas que compraban o trabajaban en un mercado "húmedo" en Wuhan. Ya entonces las autoridades de salud sostenían la hipótesis de que el patógeno podía haber sido transmitido a humanos desde animales vivos vendidos allí. Después se precisaría que el origen de este patógeno se encuentra en los murciélagos.

Los mercados húmedos son característicos de Asia. En ellos los compradores se mezclan en espacios estrechos con todo, desde aves de corral vivas hasta serpientes. Son populares porque los compradores buscan carne fresca.

Desde los primeros reportes el 2019-nCoV se llamó la atención internacional debido a sus similitudes con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, conocido como SARS, que se propagó en varios países de Asia en 2002.

Ya en enero de este año, el presidente chino Xi Jinping, advertía en su primera declaración pública sobre la crisis: "el reciente brote de una nueva neumonía por coronavirus en Wuhan y otros lugares debe tomarse en serio".

Para el 20 de enero, las autoridades sanitarias de Wuhan confirmaban un total de 198 casos, así como tres fallecimientos.

En tanto, otras ciudades chinas daban a conocer casos por primera vez: cinco personas en Beijing y 14 en Guangdong.

Para entonces, un equipo de expertos del Gobierno chino anunciaba que la transmisión de persona a persona del patógeno había sido confirmada, lo que aumentaba la posibilidad de que se propagara más rápida y ampliamente.

 

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