Un fuerte operativo de seguridad encabezado por la Guardia Nacional en la comunidad de San José Carpinteros, municipio de Tepeaca, permitió el aseguramiento de 30 pipas cargadas con huachigas y más de 82 mil litros de hidrocarburo de procedencia ilícita.
La acción contó con la participación de autoridades federales, estatales y municipales, quienes también aseguraron dos inmuebles utilizados presuntamente como centros de almacenamiento clandestino.
De acuerdo con información oficial, el combustible habría sido extraído ilegalmente del ducto Tula–Guadalajara, una de las principales rutas utilizadas por grupos dedicados al robo de gas LP. Aunque el despliegue fue amplio y estratégico, no se reportaron personas detenidas, por lo que las autoridades ya iniciaron las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables. Todo lo asegurado quedó a disposición del Ministerio Público federal, que integrará las carpetas por delitos en materia de hidrocarburos.
Violencia ligada al huachicol enciende alertas en la región
La relevancia de este decomiso va más allá de lo económico. En la región de Tepeaca y municipios cercanos, la disputa entre bandas dedicadas al robo de hidrocarburos ha generado una escalada de violencia. Apenas semanas atrás, se registró el hallazgo de seis cuerpos en el paraje “La Virgen”, en Nopalucan, personas que habrían sido privadas de la libertad en San José Carpinteros y zonas aledañas.
La Fiscalía General del Estado mantiene abiertas varias líneas de investigación y una de ellas apunta a la posible participación de grupos criminales rivales que se disputan el control del huachicol. A esto se suma un enfrentamiento armado en la autopista Puebla–Tehuacán, a la altura de Tepeaca, que dejó un muerto y dos heridos, además de camionetas con múltiples impactos de arma de fuego, evidenciando el nivel de violencia que se vive en la zona.
Coordinación federal y seguimiento de las investigaciones
El operativo más reciente se desarrolló durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, tras labores de inteligencia y seguimiento a movimientos inusuales de transporte pesado en caminos rurales. Además de las pipas, fueron localizadas camionetas presuntamente usadas para vigilancia y escolta, así como herramientas para habilitar tomas clandestinas.
En el despliegue participaron elementos de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano, Secretaría de Marina, FGR y Policía Estatal, quienes instalaron cercos de seguridad para evitar la fuga de los responsables. Aunque no hubo detenciones, las autoridades reiteraron que las investigaciones continuarán.
El operativo fue respaldado por representantes del sector energético, quienes señalaron que el robo de combustible afecta tanto al Estado como a las empresas que operan legalmente. Mientras tanto, Tepeaca sigue bajo la lupa, en una región donde el huachicol no solo mueve millones, sino que también ha dejado una estela de violencia que mantiene en alerta a la población.
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