Un caso que se remonta a varios años atrás finalmente llegó a una resolución definitiva.
El Tribunal Colegiado confirmó la sentencia de 6 años y 8 meses de prisión contra Nazario N., quien fue hallado culpable del delito de lesiones calificadas en el municipio de Zacapoaxtla, Puebla. La determinación se dio luego de analizar los argumentos presentados por la Fiscalía General del Estado, los cuales fueron considerados suficientes para sostener la condena.
Los hechos ocurrieron el 11 de mayo de 2015, durante una fiesta realizada en un inmueble ubicado en la colonia La Libertad. De acuerdo con la investigación, Nazario N. agredió a un hombre con una botella de vidrio, causándole diversas lesiones que pusieron en riesgo su integridad física. La violencia del ataque fue clave para que el delito fuera clasificado como agravado.
Este caso generó atención debido al tiempo que tomó para que se agotaran todas las etapas legales, reflejando la complejidad de los procesos judiciales en delitos de esta naturaleza.
Proceso legal y resolución del Tribunal Colegiado
Tras años de investigación y procedimientos judiciales, fue en 2024 cuando se dictó la sentencia condenatoria de seis años y ocho meses de prisión. Sin embargo, la defensa de Nazario N. decidió interponer un recurso de apelación, buscando revertir o modificar la condena impuesta.
Luego de analizar el expediente, el Tribunal Colegiado resolvió confirmar la sentencia, al considerar que las pruebas y argumentos de la Fiscalía acreditaban plenamente la responsabilidad del acusado. Con esta resolución, la condena quedó firme y sin posibilidad de ser modificada por esta vía legal.
Las autoridades destacaron que la decisión del Tribunal refuerza el mensaje de que los actos de violencia no quedan impunes, aun cuando los procesos sean largos y complejos. Además, se subrayó la importancia de respetar el debido proceso para garantizar justicia tanto a las víctimas como a los acusados.
Importancia del fallo y mensaje contra la violencia
La confirmación de esta sentencia representa un precedente importante en la lucha contra la violencia en Puebla. Casos como este demuestran que, aunque el tiempo pase, la justicia puede alcanzarse cuando las investigaciones se realizan de manera adecuada y se siguen los cauces legales correspondientes.
Para las autoridades, este fallo reafirma el compromiso de la Fiscalía General del Estado de defender a las víctimas y sancionar conductas violentas, especialmente aquellas que ocurren en contextos sociales donde deberían prevalecer la convivencia y el respeto.
Finalmente, la resolución envía un mensaje claro a la sociedad: las agresiones físicas tienen consecuencias legales graves y no serán toleradas. Con la sentencia ya confirmada, se cierra un capítulo judicial que inició hace casi una década y que hoy concluye con una condena firme.
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