La noche del miércoles 21 de mayo, un grupo de pobladores del municipio de San Felipe Teotlalcingo, en Puebla, retenió a tres mujeres acusadas de robar duraznos. El incidente generó una fuerte movilización policial ante el riesgo de un linchamiento.
Las detenidas, de 18, 27 y 42 años, fueron sorprendidas presuntamente hurtando la fruta y llevadas por los vecinos al centro de la localidad, donde permanecieron retenidas durante al menos cuatro horas, a escasos metros del Palacio Municipal.
Tensión y negociación para evitar un linchamiento
Durante el incidente, los pobladores amenazaban con hacer justicia por mano propia, por lo que intervinieron autoridades municipales, estatales y federales, incluyendo elementos de la Policía Municipal, Estatal y la Guardia Nacional.
Con la presencia de la regidora de Gobernación, María Cerena Zavala Romero, se instaló una mesa de negociación. Los pobladores exigieron 20 mil pesos como reparación del daño, condición para liberar a las mujeres.
Liberación tras el pago exigido por los vecinos
Tras horas de diálogo, se concretó el pago de los 20 mil pesos, lo que permitió que las tres mujeres fueran finalmente liberadas y rescatadas por los elementos policiacos sin que sufrieran agresiones físicas. A pesar de las amenazas, no fueron golpeadas ni lesionadas.
Contexto de tensión social en la región
Este hecho ocurrió de manera paralela a un conflicto en Tehuacán, donde una vivienda fue incendiada por habitantes que acusaban a una familia de agredir a un vendedor ambulante. Ambos casos reflejan la creciente tensión social y la preocupante práctica de justicia comunitaria en diversas regiones de Puebla.