A tan solo mes y medio de concluir su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió nuevamente su estrategia de seguridad "abrazos, no balazos", durante su conferencia mañanera del 12 de agosto en Palacio Nacional.
López Obrador criticó que, a pesar de los esfuerzos realizados, su estrategia sigue siendo objeto de burla y comparó la situación con el enfoque de Estados Unidos sobre el problema del fentanilo.
López Obrador destacó que, aunque México ha logrado detener a numerosos líderes del crimen organizado, no considera que esto sea suficiente para resolver el problema. “La estrategia en México es atender las causas”, reiteró. Aseguró que la crítica hacia su enfoque, que prioriza la atención de las causas sociales en lugar de la violencia, demuestra una falta de comprensión de su visión.
En su intervención, el presidente también hizo un llamado a Estados Unidos para reducir su gasto bélico, argumentando que el presupuesto destinado a armamento podría ser utilizado en educación pública y atención a jóvenes en México. "Están muy bien las cosas en México", afirmó López Obrador, anunciando que el próximo 1 de septiembre ofrecerá un informe detallado sobre los logros de su administración.
López Obrador destacó el orgullo nacional y la fortaleza cultural como factores positivos de su gobierno. Aseguró que la mayoría de los mexicanos aprueban la transformación en curso, desestimando las acusaciones de polarización y criticando a los medios de comunicación que, según él, fomentan la desinformación y la corrupción.
El presidente también abordó las críticas y las "guerras sucias" contra su gobierno, afirmando que son una reacción a la profunda transformación que su administración está llevando a cabo. A pesar de la resistencia y los ataques, López Obrador se mostró optimista sobre el impacto y la aceptación de su gestión en el país.