El camino y el ritmo que tendrá el restablecimiento de la economía mexicana por el impacto de la crisis sanitaria es poco predecible, de acuerdo con el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.
En entrevista, el titular del banco central indicó que “es claramente incierto el ritmo y la trayectoria de recuperación”, y señaló que se cuentan con dos fases de la recuperación, siendo la primera de corto plazo, pues se derivó de la suspensión de actividades.
“La primera, que podríamos decir que es de muy corto plazo, de manera inmediata, y que responde a una inflexión que refleja el estar en una situación de suspensión de actividades productivas a una de recuperación o del reinicio de las actividades, y esto tiene un efecto rebote, un punto de inflexión que da lugar a un incremento en el ritmo de actividad”, dijo.
Para la segunda fase, el gobernador de Banxico enfatizó que corresponde al tipo de recuperación que se verá en el mediano plazo.
“La segunda fase, que es más incierta y tiene mayores retos hacia adelante, corresponde a qué tipo de recuperación de mediano plazo estaremos viendo hacia adelante, y aquí es donde los soportes de la recuperación son relevantes”, sostuvo, pues consideró que el consumo privado y la inversión serán piezas clave, y es donde se ha presentado la mayor afectación.
“Hemos visto la recuperación en el consumo, si bien a un ritmo menor que otras economías que han tenido programas de apoyo al gasto, y también por el lado de la inversión, donde hemos visto una afectación considerable, y donde será uno de los elementos de mayor reto hacia adelante”, puntualizó.
Contuvo mayor recorte
Ayer, el Banco de México decidió por unanimidad realizar un ajuste a la baja de 25 puntos base a la tasa de interés de referencia, para quedar en 4.25 por ciento.
Al respecto, Díaz de León comentó que ya habían realizado 5 ajustes a la baja de 50 puntos base consecutivos, sin embargo, el reciente aumento del nivel general de precios orilló a la autoridad monetaria a realizar un ajuste menor que en ocasiones previas.
“Este choque de la pandemia, que tiene estas dimensiones en la actividad y en los precios, nos ha llevado a este ajuste gradual, consideramos que es prudente, de 25 puntos base en la decisión que recientemente se anunció, y con cautela hacia adelante”, indicó.
Durante la primera quincena de septiembre, la inflación general se ubicó en 4.1 por ciento, lo que implica que se encuentra fuera del rango objetivo de la autoridad monetaria.
En el documento de Banxico sobre la decisión de política monetaria, se señaló que cuentan con un espacio limitado para más ajustes en la tasa de referencia, a lo que Díaz de León aclaró que analizarán la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de inflación.
“Siempre podemos enfrentar factores que presionen ese pronóstico (de inflación) al alza o a la baja, y nuestras decisiones hacia adelante estarán basadas en la evolución de los factores que influyen en toda esa secuencia de pronósticos”, afirmó.
Al ser cuestionado sobre la volatilidad en el tipo de cambio, el banquero central admitió que la moneda mexicana podría seguir sujeta a presiones debido a riesgos como la pandemia y al entorno global de incertidumbre.
“Claramente podría estar sujeto a ese tipo de riesgos, la posible presencia de mayores episodios de volatilidad cambiaria se destaca como el primer riesgo al alza para la inflación”, manifestó.