Organizaciones del crimen organizado están utilizando juegos en línea, especialmente aquellos diseñados para teléfonos celulares, para reclutar jóvenes y sumarlos a actividades delictivas.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), los criminales aprovechan la vulnerabilidad de los menores para ganarse su confianza durante largas horas de juego. Posteriormente, los invitan a participar en actos ilícitos con promesas de altos ingresos o mediante amenazas.
El perfil de los videojuegos utilizados
Los videojuegos que suelen emplearse para este tipo de reclutamiento comparten características comunes:
- Violencia gráfica.
- Simulaciones de guerra o combates armados.
- Objetivo de eliminar a los personajes de otros jugadores.
Estos juegos crean un ambiente propicio para normalizar la violencia y conectar a los jóvenes con delincuentes que los cooptan para actividades ilegales.
El papel de los teléfonos celulares
México es el segundo mercado más importante en América Latina en videojuegos, según datos del INEGI. Alrededor del 80 % de la población tiene acceso a teléfonos celulares, lo que facilita la interacción entre jóvenes y criminales en plataformas de juegos en línea.
Expertos de la Dirección General de Gestión de Servicios, Ciberseguridad y Desarrollo Tecnológico de la SSPC han identificado que el acceso masivo a smartphones y la versatilidad de estas plataformas permiten a los delincuentes infiltrarse fácilmente.
¿Cómo proteger a los menores del crimen organizado?
La SSPC sugiere medidas preventivas para evitar que los jóvenes sean víctimas de reclutamiento:
- Usa el control parental para limitar contenidos violentos.
- Supervisa el uso de la tecnología por parte de los menores.
- Mantén un diálogo cercano para advertirles sobre los peligros.
- Establece horarios de juego y fomenta la convivencia familiar.
- Revisa la clasificación de los videojuegos y respétala.
- Compra juegos en sitios legales y bien establecidos.
La importancia de la prevención familiar
El fortalecimiento del vínculo familiar y el uso responsable de la tecnología son clave para proteger a los menores de edad frente a las estrategias del crimen organizado. La vigilancia y educación tecnológica son esenciales para mantenerlos seguros en el entorno digital.