Ciudad de México.- Las escuelas son lugares donde los menores deberían estar seguros, pero no siempre ocurre así, a veces el personal a cargo de los alumnos no está bien preparado y realiza acciones que no sólo son antipedagógicas, sino que atentan contra la integridad de los alumnos. Un caso así ocurrió en un kínder ubicado en la alcaldía Coyoacán, donde una maestra sedó con clonazepam a un niño de tan solo dos años de edad.
El kinder Graham Greene se promociona como un sitio en el que se “desarrollan las múltiples inteligencias en un entorno bilingüe que favorezca su autoestima”, pero al parecer una de las maestras no aplicó el principio, pues bajo el pretexto de que el niño era muy inquieto le administró un medicamento anti ansiolítico que solo debe ser usado bajo prescripción médica.
Fue el pasado 22 de junio cuando se suscitaron los hechos, la tía del pequeño acudió a recogerlo y Miss Danna le dijo que el niño “estuvo demasiado activo y lo tuvo que dormir temprano porque estaba muy inquieto”. El menor salió del kínder aún sedado, lo que junto con lo dicho por la maestra encendió las alarmas en la madre.
Análisis revela presencia de clonazepam
Preocupada, Érika Torres, madre del menor, revisó su cuerpo y no encontró ningún golpe, llamó a su médico de cabecera y le dijo que el niño no despertaba, por lo que el especialista recomendó realizar un análisis de sangre, el cual arrojó como resultado la presencia de clonazepam.
La mamá acudió a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) a presentar la denuncia correspondiente por lo ocurrido en el preescolar, por los delitos de abuso de confianza, homicidio en grado de tentativa y corrupción de menores.
Para cerciorarse de que no hubiera ningún error, realizaron una segunda prueba en un laboratorio particular, la cual arrojó el mismo resultado: presencia de clonazepam en sangre. Con ambas pruebas, se presentaron en el kínder y solicitaron las grabaciones de las cámaras de videovigilancia.
Respuesta del jardín de niños
De acuerdo con los padres del niño afectado, el kínder les dijo que requerían de un técnico para entregar las grabaciones, sin embargo, aseguran que los días pasan y no hay respuesta alguna. Por su parte, el kínder Graham Greene, publicó un comunicado en sus redes sociales, en el escrito dijeron sentirse sumamente consternados por lo ocurrido y agregaron que en sus más de 20 años de servicio nunca habían vivido una situación similar.
“Reprobamos cualquier situación en la que se vulnere la integridad tanto física como emocional de cualquiera de los niños o niñas que forman parte de nuestra amada comunidad. Cabe mencionar que, atendiendo a esta situación en específico, nuestra postura es llegar hasta las últimas instancias para encontrar al responsable”.
Agregaron que proporcionarán todos los medios de prueba necesarios y que no se han negado a proporcionar los videos, pero debido a lo delicado de la situación se ven obligados a hacerlo por los medios legales idóneos, pues los niños tienen derecho a la privacidad y no se pueden difundir sus imágenes.
Finalizaron diciendo que están dispuestos a cualquier acercamiento, incluso con medios de comunicación, con el fin de encontrar al responsable de la situación.