El Ejército mexicano habría desviado 240.5 millones de pesos a una empresa fantasma, entre 2013 y 2016, fechas que abarcan el sexenio de Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con el diario español El País, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó compras a DRM Aceros Internacional por supuestos insumos para la producción de armamento, municiones, explosivos y equipos militares; sin embargo, la empresa actuaba en conjunto con otras compañías para encarecer los bienes que ofertaba a la dependencia militar.
La Dirección General de Industria Militar, quienes son los encargados de producir, ensamblar y mantener el material de guerra y los vehículos militares, fue el órgano técnico que se encargó de otorgar los contratos, los cuales fueron por adjudicación directa e invitación a por lo menos tres personas, sin la existencia de una licitación pública.
Según ha informado el medio, la Sedena contrató a la empresa pese a que no contaba con experiencia empresarial, pues esta fue constituida el 19 de septiembre de 2013 y dos meses después firmó su primer contrato.
Así, DRM Aceros Internacional vendía a la dependencia militar los insumos a un mayor precio, también existían sobreprecios en servicios contratados e incluso les habría pagado para que hicieran diversos trabajos, los cuales nunca fueron realizados.
Cabe mencionar que en 2018, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) determinó que la compañía se trataba de una empresa fantasma que simulaba sus operaciones ya que no contaba con empleados ni infraestructura para comercializar los bienes ofertados a Sedena.
Tras ello, la Controlaría del Ejército decidió inhabilitar y multar a la empresa de acero con 98 mil 140 pesos en octubre de 2019 e incluso en una circular publicada en el Diario Oficial de la Federación se pedía abstenerse de contratar los servicios de DRM Aceros Internacional por tres meses; sin embargo, a la fecha la compañía sigue impedida de recibir contratos públicos ya que no ha pagado la multa.