En el primer año del presidente Andrés Manuel López Obrador hubo más gastos que en 2018 en el IMSS y en el ISSSTE, pero menos equipos médicos, mientras que en la Secretaría de Salud, aunque se elevó su presupuesto, no se gastaron más de 1,472 millones de pesos.
El informe de ejercicios de la Cuenta Pública 2019 que el gobierno federal entregó a la Cámara de Diputados, destaca que, por ejemplo, en el caso del ISSSTE hubo un incremento en sus gastos de 5.5 por ciento por arriba de lo que le aprobaron los diputados para ese año, y de hasta 14 por ciento con respecto a lo que gastó en 2018.
Para 2019, la Cámara de Diputados le aprobó al ISSSTE recursos por 323 mil 322.2 millones de pesos, pero al final gastó 341 mil 042.4 millones –17 mil 720.2 millones más– que fueron –según se justifica en el informe– para “cubrir las necesidades crecientes en los servicios integrales médicos, los contratos plurianuales, el mantenimiento y conservación de maquinaria y equipo y para los recursos destinados a los servicios de traslado de personas, principalmente”.
Sin embargo, desde el año pasado y hasta ahora, el principal reclamo en clínicas y hospitales sigue siendo la falta de equipo médico. Incluso, este gasto –se precisa– fue superior hasta en un 14 por ciento, con respecto al ejercido en 2018, que fue de 289 mil 504 millones de pesos.
El informe destaca también que, en el rubro de “gastos de operación”, el ISSSTE destinó 13 mil 935.0 millones de pesos; es decir, 26.3 por ciento mayor respecto al aprobado y un incremento de 88.3 por ciento real con relación a 2018; en este resultado –se explica– incidió el gasto de las actividades de apoyo administrativo y el programa de Atención a la Salud.
El mayor gasto del ISSSTE, por 17 mil 720.3 millones de pesos fue para cubrir principalmente sus necesidades de gasto para pensiones y jubilaciones y para sufragar las percepciones del personal médico.
En el caso del IMSS, aunque también se registró un aumento del 5.9 por ciento en el gasto aprobado con respecto a 2018 –pasó de 682 mil 140.4 millones a 746 mil 738.9 millones–, al final el Instituto sólo ejerció 746 mil 407.9 millones; es decir, dejó de gastar 331 millones de pesos con relación al aprobado.
Se señala que este subejercicio “se relaciona con servicios personales, principalmente por una menor ocupación de plazas, por la reducción del gasto de operación, debido a la modificación de los procesos de pago relacionados con la recepción de bienes, particularmente medicamentos y material de curación”.
También se debe a “la reducción de erogaciones por concepto de servicios profesionales, científicos, técnicos y otros servicios, y en gasto de inversión, por el replanteamiento de necesidades”.
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