El líder del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, señaló que en ambos casos se tenía evidencia de qué había sido el grupo delincuencial de Los Ardillos.
La Fiscalía de Guerrero entregó este viernes los restos de dos personas desaparecidas entre 2017 y 2019 a sus familiares.
Miguel Ángel González Abarca, una de las víctimas, fue desaparecido en mayo de 2019 en Chilapa, de donde era originario, y cuyo cuerpo fue encontrado en Chilpancingo.
La otra persona solo fue identificada como Cándido "N", quien era originario de la localidad de Zitlaltepec, del municipio de Metlatónoc, en la montaña alta de Guerrero. Fue reportado ausente desde 2017; localizado en el municipio de Chilapa, en el punto conocido como la Huerta, sobre la carretera que lleva a la localidad de Atzacoaloya.
El líder del Colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, señaló que en ambos casos se tenía evidencia de qué había sido el grupo delincuencial de Los Ardillos, el responsable de ambos crímenes.
"Hasta 2019, el Colectivo Siempre Vivos tenía un registro de más de mil asesinatos y por lo menos 500 desapariciones en la zona Centro de la entidad", dijo el líder del colectivo.
Ambos cuerpos se entregaron en el Servicio Médico Forense de Chilpancingo, desde donde los restos serán llevados en carrozas hasta los municipios de Chilapa y Metlatónoc.
