El exalcalde de Iguala fue sentenciado a 92 años de cárcel por el secuestro de seis activistas y está relacionado con la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
El exalcalde de Iguala, Guerrero, José Luis Abarca Velázquez, podría continuar su proceso penal en libertad tras conseguir el amparo de un juzgado federal, por su condición de salud.
El experredista demostró que las enfermedades que sufre ponen en riesgo su vida al interior del penal del Altiplano en Almoloya de Juárez en el Estado de México.
Ante esto, el juez Tercero de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México concedió el amparo 3/2024 sobre la solicitud del exalcalde señalado de delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero solicitó que se demuestren los argumentos de Abarca.
Deberán presentarse periciales oficiales, reportes médicos, bitácoras como expedientes clínicos como inspecciones, inventarios y demás para establecer la credibilidad o certeza de los padecimientos del exalcalde.
“(…) para determinar si se trata de enfermedades mortales, graves, terminales o crónicas degenerativas complejas; o si sólo se trata de padecimientos o enfermedades que por su naturaleza sean controlables y no representen un riesgo potencial de pérdida de la vida, o de menoscabo o limitación a alguna función orgánica a través del tratamiento adecuado”, dijo el juez.
Además, se debe establecer el grado de afectación y avance de la enfermedad o enfermedades, si pueden complicarse o agravarse “ya sea por las circunstancias propias de la persona, por falta de capacidad institucional de atender la situación, o por negligencia de las autoridades penitenciarias encargadas del quejoso”.
Ante esto, el penal de Almoloya deberá demostrar si tiene la capacidad técnica y operativa para atender a José Luis Abarca en caso de presentar estas enfermedades.
“(…) para apreciar objetivamente si cuenta con los elementos humanos y técnicos necesarios para hacer frente a los eventuales padecimientos del quejoso, a fin de salvaguardar su integridad física y su vida.”