Según el FMI, los costos directos derivados de la delincuencia incluyen la pérdida de vidas, el aumento del gasto público en prevención y control, así como los gastos de seguridad en el sector privado.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicaron este lunes dos informes que destacan los graves efectos de la delincuencia violenta y la inseguridad en América Latina y el Caribe.
Ambas instituciones aseguran que estos problemas son obstáculos significativos para la prosperidad regional, causando pérdidas que superan el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) de la región.
Costos directos del crimen en la región
Según el FMI, los costos directos derivados de la delincuencia incluyen la pérdida de vidas, el aumento del gasto público en prevención y control, así como los gastos de seguridad en el sector privado.
Estos costos representan, en promedio, un 3.5% del PIB en América Latina, una cifra que varía según la tasa de delincuencia de cada país. Además, se estima que un aumento del 10% en homicidios puede reducir la actividad económica en un 4%.
Ambas instituciones señalan que América Latina representa un tercio de los homicidios globales, aunque solo tiene el 8% de la población mundial. Los homicidios se concentran principalmente en áreas cercanas a fronteras nacionales, infraestructura clave y zonas costeras, donde la población es más joven y menos educada.
Impacto en las empresas y recomendaciones
El FMI también observa que la delincuencia es un obstáculo para las empresas, que enfrentan costos directos por el crimen y la inseguridad, que ascienden a aproximadamente el 7% de las ventas anuales.
En países como México, la delincuencia organizada y el narcotráfico agravan la situación, elevando los costos para las empresas. Ambas instituciones recomiendan mejorar el crecimiento inclusivo, asegurar un gasto eficiente en seguridad y promover políticas para fortalecer el estado de derecho.