El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch defiende a la Guardia Nacional tras la detención de 11 elementos por huachicoleo en Guanajuato.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, salió en defensa de la Guardia Nacional tras la detención de 11 elementos acusados de participar en robo de combustible (conocido como huachicoleo), en el municipio de Apaseo el Alto, Guanajuato.
Tras una reunión con la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, García Harfuch destacó que estos casos no deben empañar el trabajo diario de miles de elementos comprometidos con la seguridad del país.
“No por 11 detenidos de la Guardia Nacional se va a manchar el trabajo de 133 mil elementos que diariamente se esfuerzan en todo el territorio nacional”, afirmó el titular de la SSPC.
García Harfuch reiteró que la Guardia Nacional es un pilar clave en la Estrategia Nacional de Seguridad, subrayando su papel en la coordinación para garantizar la paz durante las elecciones del próximo 1 de junio.
“Hoy existe un despliegue importante de la Guardia Nacional. Tan solo en Veracruz hay 3,500 elementos y en Durango 2,500. Seguiremos reforzando la presencia para garantizar elecciones seguras y pacíficas”, señaló.
El operativo que condujo a la detención de los 11 elementos se originó a partir de una denuncia anónima, que alertó a las autoridades sobre una toma clandestina conectada a ductos de Pemex. Al llegar al sitio, la policía municipal encontró a los agentes resguardando un camión cisterna vinculado al robo de hidrocarburos. Algunos intentaron escapar, pero todos fueron arrestados y puestos a disposición de la Fiscalía correspondiente.
En defensa de la estrategia federal de seguridad, García Harfuch aseguró que las cifras respaldan los resultados, mencionó que los homicidios han disminuido un 25% respecto al inicio de la administración.
El titular de Seguridad reafirmó que el trabajo conjunto entre los tres niveles de gobierno continuará y que ninguna irregularidad será tolerada, incluso dentro de las propias instituciones encargadas de velar por el orden.