Hugo Aguilar Ortiz, nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, asumió su cargo tras las primeras elecciones judiciales en México. Desde su oficina en Ciudad de México, aseguró que priorizará la imparcialidad en todos los ámbitos, incluyendo los casos fiscales.
“Dos más dos son cuatro, es muy técnico”, afirmó sobre la resolución de casos de evasión de impuestos, dejando claro que estos deben tratarse con objetividad matemática, sin espacio para la subjetividad.
Enfoque práctico para casos fiscales
Aguilar considera que los casos relacionados con el pago de impuestos deben resolverse con base en reglas claras y técnicas. Afirmó que muchos de estos juicios se complicaban artificialmente en el pasado por colusión entre abogados y autoridades, pero ahora, gracias a la reforma judicial, deberán resolverse en un máximo de seis meses.
También se refirió indirectamente a los 74 mil millones de pesos en impuestos reclamados por el Gobierno mexicano, reiterando que estos temas no deben postergarse por intereses políticos.
Compromiso con los pueblos indígenas y derechos humanos
El nuevo magistrado, originario de Oaxaca y con trayectoria en derechos indígenas, destacó su compromiso con las causas sociales y su intención de acercar la justicia a las comunidades marginadas.
“Podría contar con los dedos los casos fallados a favor de los pueblos”, lamentó, refiriéndose a la deuda histórica del sistema judicial con los indígenas.
También señaló que los temas que más le interesan incluyen los derechos territoriales, recursos naturales y víctimas penales.
Independencia política y estilo propio
Aunque colaboró con el gobierno de López Obrador y fue nombrado por él en cargos anteriores, Aguilar aseguró que su relación fue técnica, no política, y que no ha recibido presiones de Claudia Sheinbaum.
“Prefiero que no voten por mí, pero no quiero llegar a la Corte amarrado”, dijo al recordar propuestas que buscaban condicionar su voto.
Aguilar también ha marcado distancia con la tradición judicial al rechazar el uso de toga y optar por vestimenta indígena mixteca, aunque luego aclaró que si usa toga, llevará un distintivo que represente su identidad.
Retos del nuevo tribunal y visión sobre prisión preventiva
Uno de los desafíos inmediatos será resolver los casos acumulados desde que inició el proceso electoral del Poder Judicial. Además, Aguilar señaló la necesidad de revisar la prisión preventiva, ampliada durante el gobierno anterior y criticada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Debe prevalecer la presunción de inocencia”, afirmó, destacando que se debe trabajar por el goce pleno de los derechos humanos.
Inspiración en Benito Juárez
En su oficina destacan símbolos de identidad: una escultura y un retrato de Benito Juárez, a quien considera su inspiración por ser defensor de la soberanía y los pueblos originarios.
Con una votación histórica y participación ciudadana aún baja (13%), Aguilar inicia su mandato con expectativas altas de transformación judicial, buscando que la Corte represente tanto a la legalidad como a la diversidad del país.