La inflación en México volvió a levantar la ceja de más de uno después de que el Inegi confirmara que el INPC subió a 3.80% anual en noviembre de 2025, superando lo que el mercado esperaba. Básicamente, lo que ya se sentía en la calle terminó haciéndose oficial: el dinero rinde un poquito menos.
Según el instituto, en la primera quincena de noviembre los precios subieron 0.47% respecto a la quincena anterior, marcando un claro empujón al alza. Aunque la inflación sigue dentro del rango que muchos analistas consideran “manejable”, el brinco no dejó de generar ruido porque viene después de meses en los que parecía que la cosa se estabilizaba.
El componente subyacente, que refleja los precios que no dependen tanto de factores volátiles, apenas subió 0.04%, pero dentro de él los servicios aumentaron 0.25%, mientras que las mercancías bajaron 0.19%. Hasta ahí, nada tan grave. El problema vino del lado no subyacente, que se trepó 1.93%, jalado por frutas, verduras y energéticos.
Electricidad se dispara y arrastra todo lo demás
El golpe más duro vino de algo que millones de mexicanos sienten directamente: la electricidad, que se disparó 20.70%, convirtiéndose en el producto con mayor incidencia en la inflación de la quincena. Esta subida está relacionada con el fin del subsidio del programa de tarifas eléctricas de verano en once ciudades como Mexicali, Hermosillo, Culiacán y La Paz.
Las frutas y verduras subieron 1.34%, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron 2.92%. Aunque suene técnico, en pocas palabras significa que cocinar, prender la luz o movernos está costando más.
Entre los productos que más subieron destacan los servicios profesionales (10.56%), el transporte aéreo (4.60%), el transporte colectivo (4.32%) y el jitomate (3.98%).
Pero no todo fue subida: también hubo alivianes inesperados. El ron cayó 9.78%, el vino de mesa 9.43%, el brandy 8.84%, otros licores 6.40%, el tequila 6.01% y el aguacate 4.83%. Al menos las botellas y el guacamole se pusieron de buenas.
Dónde pegó más: Sonora a la cabeza; Cancún casi ni lo sintió
El Inegi también detalló las ciudades donde la inflación pegó con más fuerza. Esperanza, Sonora registró un aumento de 3.78%, seguida de Hermosillo (3.32%), Huatabampo (3.30%) y Culiacán (3.14%). Todas estas localidades estuvieron muy por encima del promedio nacional debido al fin del subsidio eléctrico.
En contraste, hubo ciudades donde la subida casi ni se sintió. Cancún apenas tuvo 0.13%, Durango presentó un -0.05%, mientras que Tehuantepec (0.01%) y Mérida (0.03%) también se mantuvieron abajo del promedio.
Con este panorama, noviembre deja claro que la inflación sigue dando coletazos, y aunque no se ha desbordado, el aumento sí manda una señal: hay que estar atentos porque el cierre del año podría sentirse un poquito más apretado de lo pensado.
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