La inflación no para y no parece que lo hará pronto. Así lo creen los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) quienes opinan que aún crecerá 0.25 puntos porcentuales al cierre del año respecto al valor actual de 5.75%.
En la edición de julio de la Encuesta sobre las expectativas del sector privado, el promedio de las firmas consultadas pronosticaron que la inflación general para finales de 2021 llegará al 6%, cuatro décimas más que en la anterior edición cuando el pronóstico era de 5.6%.
Desde inicios de año no ha habido un solo mes en que los analistas del sector privado consultados en la encuesta no revisen al alza sus expectativas de inflación y conforme los incrementos mensuales comenzaron a repuntar los pronósticos también lo hicieron.
La inflación de la primera quincena de julio fue de 5.75% -apenas una centésima mayor que en la quincena anterior-, sin embargo, es esa persistencia de los altos precios la que preocupa a los economistas.
En mayo, como pronostico Banxico, la inflación descendió luego del pico de 6.08% de abril, pero después de ello no ha bajado si no que se ha mantenido incluso con nuevos incrementos mensuales, aunque por debajo del pico.
Por ello, a pesar de que el banco central defiende que la inflación será transitoria, también ha comenzado a advertir que posiblemente los niveles actuales se queden por más tiempo del originalmente esperado.
A principios de año, tanto los analistas encuestados como el Banxico sabían de antemano que a pesar de que la inflación del segundo trimestre pudiera ser transitoria, existiría otro pico – de menor escala- durante el último trimestre del año, impulsado por el “Buen Fin”.
No obstante, con la permanencia de la alta inflación, el nuevo 6% estimado por los analistas se hace cada vez más probable, pues de no bajar en los próximos meses chocaría en octubre-noviembre con el efecto del fin de semana de ofertas dando un último salto para cumplir el pronóstico.
El banco central señaló en el comunicado de su última decisión de política monetaria, que las presiones externas a la inflación también están al acecho, refiriéndose principalmente al caso estadounidense, donde la inflación lleva tres meses al doble del objetivo de 2.00% planteado por la Reserva Federal.
Incrementos a tasa podrían haber llegado tarde
Hay expertos quiénes consideran que el Banco de México no ha actuado con suficiente rapidez para controlar la inflación lo que genera dudas acerca de si será posible escapar al 6% pronosticado.
A finales de junio, con tres meses por encima del objetivo de +/-3.5%, la junta de gobierno del banco central decidió subir por primera vez desde 2018 la tasa de fondeo interbancario en 0.25 puntos base en un intento del organismo rector de la política monetaria por moderar el alza de precios.
Ante el resultado de junio, el subgobernador Jonathan Heath dijo al podcast Norte Económico, que si la inflación no bajaba a 5.00%, la junta de gobierno tendría que tomar acciones.
Sin embargo, Luis Gonzali, co-director de Inversiones de la firma financiera Franklin Templeton Investments cree que la actuación de Banxico fue demasiado lenta lo que desancló la expectativas del mercado, impulsando más alzas de precios.
“Para combatir la inflación, los bancos centrales suben las tasas. Si son muy lentos haciéndolo, los agentes económicos pueden pensar que la inflación está fuera de control, y ellos mismos empiezan una escalada de precios en bienes y servicios” señaló el analista de Franklin Templeton en Twitter.
En esa línea, a la lenta reacción señalada por Gonzali, se suma la preocupación por la insuficiente magnitud de los incrementos a la tasa madre. Si bien, la mayoría de los analistas encuestados creen que después de junio el resto de reuniones de política monetaria traerán consigo nuevos aumentos, no se espera que sean mayores a 0.25 puntos base cada uno.
El economista en jefe para América Latina de la firma de servicios financieros Moody´s Analytics, Alfredo Coutiño, ha señalado que Banxico puede subir la tasa de interés a 5.5% sin que ello represente riesgos para la recuperación económica, por lo que podrían realizar incrementos de hasta más de 0.50 puntos base por reunión.
Al contrario, no incrementarla lo suficientemente rápido podría llevar al país a un escenario en el que la alta inflación se encuentre con los aún inciertos efectos económicos de la variante Delta a nivel mundial y de la tercera ola en el país.
La última decisión de la junta de gobierno estuvo dividida, por lo que los analistas no creen que logren consensar mayores aumentos de cara a la próxima decisión de política monetaria que se anunciará este jueves 12 de agosto.