El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, aseguró que, en estos momentos, no es indispensable una reforma electoral, por lo que de manera pertinente y con las leyes electorales actuales se podrá organizar de manera eficiente la elección presidencial de 2024.
“¿Podríamos ir al 24 con las normas que hoy tenemos, con el sistema electoral que hoy tenemos, con la institucionalidad electoral que hoy tenemos, con las reglas que existen hoy? La respuesta es sí”, dijo en conferencia de prensa en Yucatán.
El funcionario recordó que hace menos de un mes se llevaron a cabo comicios que, con ayuda del sistema, constitucionalidad y procedimientos actuales, lograron ser “la mejor elección que hayamos organizado en este país”. Además, apuntó que el proceso fue reconocido por organismos nacionales internacionales, “ahí están los reportes de las misiones de observación electoral”, añadió.
“Si con estas reglas nos vamos al 24 no va a pasar nada, por el contrario, la democracia se va a seguir recreando, como se ha venido recreando. ¿Es pertinente? Siempre va a ser pertinente una reforma que mejore lo que hoy tenemos, que resuelva algunos problemas y ojalá que simplifique muchas de las normas, pero no es indispensable”, dijo Córdova.
Reiteró las tres condiciones que en otras ocasiones ha expuesto para promover una eventual reforma electoral: un diagnóstico de lo que se quiere mejorar, que sea producto de un amplio consenso y que no implique un retroceso.
“Si no se tiene este diagnóstico, mejor apliquemos la fórmula de los anglosajones: ‘si funciona, no lo arregles, porque lo puedes echar a perder’”, explicó.
Afirmó que una reforma electoral “no se trata de aplicar una decisión por mayoría, porque si eso ocurre, como ya ha ocurrido en el pasado, y la historia nos lo enseña, puedes acabar generando un problema peor: quien no esté de acuerdo con esas reglas, es el que después dirá esas reglas no son reglas adecuadas y ahí está el problema”.
En tanto, dijo que una contrarreforma no le conviene a nadie ,y si los cambios pretenden regresar a la Secretaría de Gobernación la organización de las elecciones, no tendría sentido.
Por su parte, el consejero Uuc-Kib Espadas opinó que, si la reforma electoral significa “pasar el bulldozer sobre el sistema electoral que tenemos ahora para construir uno nuevo, la respuesta es no, sólo no lo necesitamos, sería un retroceso de treinta y tantos años en nuestro orden democrático”.
Sin embargo, dijo que hay cosas que deben reformarse, “no en la estructura del instituto, desde luego, no en su relación de su autonomía con los otros poderes del Estado”, pero sí en el funcionamiento del instituto que enfrenta elección con elección, con condiciones y marcos legales nuevos.
Ayer, en la reunión de diputados federales electos de Morena, el diputado Ignacio Mier, quien fue reelegido como coordinador parlamentario de ese partido para la próxima legislatura, adelantó que una de las prioridades en la Cámara de Diputados será impulsar una reforma político-electoral.
“Que se garantice plenamente la legalidad, la equidad, la imparcialidad del órgano técnico, la máxima publicidad y la transparencia en el ejercicio de los recursos que son multimillonarios al instituto electoral, es una reflexión que estará seguramente en el segundo año de ejercicio de la legislatura”, dijo Mier Velazco.
Por otra parte, Córdova aseguró que la organización de la elección del 6 de junio fue tan exitosa que incluso no alteró la curva ascendente de contagios de covid-19.
“Si ustedes observan la evolución de las curvas de pandemia, demuestran que lo que se llama tercera ola, el incremento de las curvas de contagio, comenzó el 16 de mayo, es decir, tres semanas antes de la elección. Y si uno observa los datos de las semanas posteriores, la curva ha mantenido su tendencia, lamentablemente ascendente, pero sin variaciones. Esto quiere decir que las elecciones del 6 de junio se realizaron en pleno crecimiento de los contagios, pero sin alterar la curva de contagio”, dijo.
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