En redes sociales, la ONU destacó que "la violencia sexual es inaceptable" y subrayó que las sobrevivientes deben ser reconocidas como víctimas, insistiendo en la necesidad de protección y justicia sin criminalización.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México manifestó su apoyo al caso de Esmeralda, una adolescente de 14 años acusada por la Fiscalía de Querétaro de homicidio tras un aborto espontáneo, supuestamente derivado de una violación.
En redes sociales, la ONU destacó que "la violencia sexual es inaceptable" y subrayó que las sobrevivientes deben ser reconocidas como víctimas, insistiendo en la necesidad de protección y justicia sin criminalización.
La menor, originaria de Huimilpan, permanece en prisión domiciliaria bajo la medida cautelar impuesta por una jueza, mientras que la Fiscalía solicitó tres años de cárcel y una sanción económica de 518 mil pesos en concepto de "reparación del daño". Este monto sería destinado al presunto agresor, cuya paternidad fue confirmada a través de pruebas, pese a que él niega las acusaciones de violación.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, calificó el caso como un "drama social" que muestra la necesidad de mayor apoyo institucional para niñas y adolescentes. Asimismo, la secretaria del Instituto Nacional de las Mujeres, Citlalli Hernández, informó que se ha reunido con el fiscal de Querétaro para buscar una solución que priorice los derechos y la integridad de la menor.
El colectivo Adax Digitales, que apoya a Esmeralda, señala que la Fiscalía ha utilizado testimonios sobre la vida personal de la menor, considerándolos "revictimizantes" y carentes de relación con el caso. La organización denuncia que, a pesar de una prueba positiva de paternidad y el historial de violencia sexual, la investigación contra el presunto agresor se cerró, generando preocupación en activistas y organizaciones de derechos humanos.
En este contexto, la ONU reafirma que las sobrevivientes de violencia sexual deben recibir protección, justicia y reparación, sin ser revictimizadas. La comunidad internacional y local está en espera de que se garantice el derecho a una defensa justa para Esmeralda, quien, según su defensa, no sabía de su embarazo y buscó ayuda al presentar síntomas de emergencia.