Durante la audiencia, optó por no responder preguntas, reservándose su derecho a no declarar.
En su primera comparecencia ante un juez federal mexicano tras ser deportado de Estados Unidos, Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, se declaró inocente del cargo de delincuencia organizada, relacionado con delitos contra la salud. La Fiscalía General de la República (FGR) busca vincularlo a siete procesos judiciales pendientes desde 2007.
Audiencia clave y estrategia de defensa
Cárdenas Guillén fue presentado ante el juez Cuarto de Distrito en Materia Penal de Toluca, Daniel Marcelino Niño Jiménez. Durante la audiencia, optó por no responder preguntas, reservándose su derecho a no declarar. La defensa solicitó la duplicidad del plazo constitucional, postergando su resolución legal al 22 de diciembre a las 18:00 hrs.
La FGR mantiene abiertas tres órdenes de aprehensión contra Cárdenas Guillén por homicidio calificado, delincuencia organizada y delitos contra la salud. Además, busca imputarle cargos como operaciones con recursos ilícitos, portación de armas y cohecho. De ser hallado culpable, podría enfrentar penas acumuladas de hasta 730 años de prisión.
Revelaciones sobre su cooperación
De acuerdo con el periodista Jesús Esquivel, Cárdenas Guillén habría colaborado como testigo para autoridades estadounidenses, lo que resultó en el debilitamiento de Los Zetas. Según el agente encubierto Oscar Hagelsieb, las contribuciones de Osiel incluyeron información sobre la estructura interna del cártel, afectando significativamente a su red operativa.
Esta cooperación, aunque beneficiosa para las autoridades, desató conflictos internos entre el Cártel del Golfo y Los Zetas, quienes descubrieron que el dinero recaudado para la supuesta liberación de Osiel fue usado para pagar su multa. Este hecho marcó el declive de Los Zetas, consolidando su separación definitiva.