Las panaderías han presentado una caída en las ventas del 20 hasta el 50 por ciento por la baja movilidad ocasionada por la pandemia del coronavirus, y a pesar de que este año llegamos a encontrar el pan de muerto desde agosto, no consideran que les haya salvado las ventas.
“Si uno se pone a ver lo que se vende de pan de muerto contra todo el pan dulce nomás representa el 0.5 por ciento, pero sí ayuda”, dijo Carlos Otegui, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa).
Durante el inicio de octubre el pan de muerto es el alimento con mayor incremento de búsqueda de ofertas en la plataforma Tiendeo, posicionándose con un 92 por ciento, respecto a septiembre. Lo que espera ser un respiro para la categoría de pan dulce que de marzo a septiembre profundizaba paulatinamente su contracción en las cadenas de autoservicio, con una contracción del 2 por ciento anual en valor, según datos de Nielsen.
De enero a agosto se vendieron 25 mil 493 millones de pesos en el sector de la panificación tradicional, un incremento del 6.8 por ciento anual, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Tiene mucho que ver con la parte de ir a un supermercado que se hace ahí toda la compra, algo que las panaderías no están preparadas y al final las pequeñas misceláneas que venden pan empacado, eso ha mermado la venta de la panadería tradicional, los hábitos del consumo cambiaron, y ese crecimiento está en grandes empresas, como Bimbo”, dijo Otegui.
Las ventas netas de Bimbo en México en el tercer trimestre de este año aumentaron 0.8 por ciento anual, principalmente por el buen desempeño en los canales de autoservicios y tradicional, así como en las categorías de bollería, pan y pasteles, junto con una mejora secuencial en la categoría de pan dulce.