Como parte de la estrategia para combatir el robo de hidrocarburos, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha firmado varios acuerdos de colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con la finalidad de resguardar los ductos. Debido a ello, la empresa productiva del Estado tendría un adeudo de más de mil millones de pesos con la dependencia encabezada por Luis Crescencio Sandoval.
La deuda de Pemex se remonta a los años 2018 y 2019, cuando se firmaron ciertos convenios con la Sedena para brindar seguridad en las instalaciones de la empresa petrolera y así frenar esta actividad ilegal también conocida como huachicol.
Según documentos filtrados de la Sedena -dados a conocer por el grupo Guacamaya-, Pemex le otorgó un “adelanto” de 245 millones 447 mil 88.87 pesos a dicha institución como parte de sus acciones para combatir al huachicol, correspondiente al periodo de 2018.
Al siguiente año, se realizó un pago de 529 millones 991.20 pesos, así como otro de 47 millones 949 mil 842.45 pesos por uso de tecnologías y “gastos generales”, se indica en el informe “Agenda ejecutiva Plan Robo de Hidrocarburos en Pemex (información general y estrategia de seguridad a 6 poliductos)”.
Entre esos dos años, Pemex acumuló una deuda de mil 75 millones 625 mil 929.93 pesos por las tareas de seguridad que la Sedena realizó para disminuir el robo de hidrocarburos y las tomas clandestinas. Entre estas acciones también se contemplaban los exámenes médicos a los conductores de vehículos cisterna que transportaban el combustible, los gastos de operación de los autotanques, así como el transporte aéreo y terrestre de los choferes.
Para ello, la Sedena invirtió un total de 108 millones 230 mil 79 pesos solo en combustible y en el mantenmiento de las aeronaves y unidades terrestres. En cuanto a la alimentación, rotulado, exámenes médicos y transporte se erogaron 18 millones 391 mil 772 pesos.
En el informe también se señala que el pago de los conductores generó un gasto de 885 millones 742 mil 418.53 pesos. La empresa “Triple I” fue la que se encargó de transferir dicho dinero a la Sedena del 1 de febrero al 25 de diciembre de 2019.
Ante ello, en enero de 2020 la dependencia a cargo del general Luis Cresencio Sandoval le advirtió a Pemex que, de no cubrirse el adeudo, intervendría la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para recuperar el dinero “vía presupuesto”. Anteriormente, la Sedena le había indicado a la empresa que preside Octavio Romero Oropeza que los pagos tendrían que realizarse antes del 30 de septiembre de 2019.
Hasta el momento se desconoce si parte de dicho adedudo ya ha sido cubierto.
En el informe se menciona que entre la Sedena y Pemex hay al menos tres convenios de colaboración para combatir al huachicol, además de un par de “apoyos adicionales”, de los cuales solo se detalló que participaron cinco mil 674 elementos militares hasta enero de 2020.
El primero de ellos tiene que ver con la seguridad a 73 instalaciones de Pemex. El convenio se llamó “Sedena-Pemex 2019-2024″ y contempló a dos mil 552 efectivos, de los cuales más de 950 se encargaron de la vigilancia de seis poliductos.
El segundo convenio fue titulado “Convenio Sedena-Pemex 20192024)” en el que colaboraron mil 300 elementos, mientras que en el tercero -llamado “Convenio de colaboración para el sellamiento e inhabilitación de tomas clandestinas”- contribuyeron 116 efectivos.
En el primer semestre de este 2022, Pemex perdió 8 mil 633 millones de pesos por actividades de huachicol, según informes oficiales. Se detalló que de abril a junio el volumen diario robado de combustible era de 6 mil 500 barriles aproximadamente. Si cada barril contiene cerca de 159 litros, se tiene que los grupos del crimen organizado extraían alrededor de un millón de litros cada día.
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