La meta de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador por aumentar la producción de crudo de Petróleos Mexicanos (Pemex) y sostener la idea de subir la producción de refinados le costó a la petrolera perder el grado de inversión, después de que las agencias Fitch Ratings y Moody’s anunciaron bajas a su nota crediticia.
El Gobierno mexicano ha decidido continuar con las labores para subir la producción de Pemex tras años de bajas continuas, a pesar de que la demanda mundial de petróleo caerá en cerca de 30 millones de barriles diarios tan solo en abril y de que las compañías petroleras a nivel internacional han anunciado recortes en sus cifras de inversión y de producción.
Pemex también aumentará la capacidad de sus refinerías en 400 mil barriles diarios, según declaró el presidente de México hace unas semanas, mientras que otras compañías privadas y públicas han decidido pausar sus actividades de refinación o reducir su producción.
“Estas metas de querer producir más, independientemente de la situación externa, evidentemente van en contra (de lo que pide el panorama mundial y lo que buscan las calificadoras). Sobre todo, creo negativa esa táctica de decir: 'independientemente de si no lo puedo vender, voy a producir más y a refinar más'”, dijo Adrián Calcaneo, de IHS Markit.
Si bien la baja en la nota de Pemex ya era una decisión prevista por las calificadoras, la negativa del Gobierno federal a sumarse a los recortes requeridos por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) reafirmaron la negativa de la actual administración a adecuar sus planes a las necesidades del mercado derivadas de la pandemia de COVID-19, comentaron los entrevistados.
“Fue la gota que derramó el vaso”, afirmó Pablo Medina, vicepresidente de la consultora Welligence, respecto a la decisión de Pemex de solo recortar su producción en 100 mil barriles durante mayo y junio (y no en 400 mil barriles) y continuar con sus planes de aumentar su plataforma a partir de julio.
“Esto era inevitable dado el manejo de Pemex. Forzar a Pemex a maximizar producción a costa de tener pérdidas millonarias fue la causante principal. Difícilmente veo a la administración cambiando de rumbo y priorizando rentabilidad a producción. La oportunidad dorada para hacerlo sin costo político era el acuerdo de la OPEP+”, señaló Medina.
Pemex ha seguido un curso contrario a otras empresas petroleras a nivel mundial y a lo que el mercado requiere, destacan analistas. Hasta ahora, Pemex no ha reducido significativamente sus metas de producción y solo ha anunciado una reducción de gastos en contrataciones en hasta 5 mil millones de pesos por la emergencia.
Desde antes de las bajas de nota de este viernes, las calificadoras advirtieron que Pemex afrontaría un escenario negativo si decidía continuar con sus planes de refinación -incluida la construcción de Dos Bocas- y con la estrategia de basar el aumento de su producción en campos maduros y sin inversión privada.
Ahora, con los bajos precios del petróleo y la baja en la demanda los planes de la petrolera se complican aún más, coincidieron las calificadoras.
“Las métricas crediticias de Pemex seguirán siendo débiles en el futuro previsible a medida que la empresa lidie con los bajos precios del petróleo, altos vencimientos de deuda y baja inversión en exploración y producción a favor de una expansión de su negocio de refinación, que ha generado pérdidas por varios años”, afirmó Moody’s este viernes.
Ahora que dos de las tres grandes agencias tienen a Pemex en grado especulativo, los analistas esperan que varios fondos de inversión vendan los bonos que por ahora poseen de la empresa. Toda vez que algunos de estos vehículos de inversión, sobre todo los extranjeros, tienen como política interna no poseer deuda de emisoras que hayan perdido el grado de inversión en dos calificadoras.
“Ya son dos agencias calificadoras las que le han quitado el grado de inversión a los bonos en moneda extranjera de Pemex: Fitch y Moody's. La noticia de hoy de Moody's obligará a varios inversionistas a vender sus bonos de Pemex en las próximas semanas o meses”, dijo Alonso Cervera, economista en jefe de Credit Suisse.
“Al Pemex perder el grado de inversión forza a muchos fondos a vender sus bonos por no poder tener bonos así en su portafolio”, coincidió Medina.
Pemex, al ser la petrolera más endeudada del mundo, tiene en el mercado poco más de 100 mil millones de dólares en deuda, mucha de ella en manos de fondos internacionales.
Tras la baja en la calificación, los analistas esperan un escenario más adverso para Pemex, pues al perder el grado de inversión le será más caro salir al mercado a refinanciar la deuda que tiene pendiente para los siguientes años.