Sacerdote logra la tregua entre Ardillos y Tlacos, aunque no sabe por cuánto tiempo.
A principios del mes la capital del estado de Guerrero estaba paralizada por la fuerte ola de crímenes. Lo que causo que las escuelas suspendieran clases y los negocios cerraran.
La actividad se reanudó este miércoles 14 de febrero, cuando la mayoría de taxis y colectivos volvieron a trabajar, algunos negocios reabrieron, así la ciudad recupero algo de su cotidianidad.
El sacerdote José Filberto Velázquez Florencio director del Centro de Defensa de los Derechos de las Víctimas de la Violencia, asegura que fue el artífice de una tregua entre las organizaciones criminales “Los Ardillos” y “Los Tlacos”.
El martes 13 de febrero se concretó la tregua. El líder de Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez, y el de Los Tlacos, Onésimo Marquina Chapa, hablaron por teléfono.
El sacerdote Filiberto explica que él facilitó la llamada, intercambió los números telefónicos. Además, relata que comenzó su intervención con estos líderes criminales siguiendo los pasos del obispo emérito Salvador Rangel Mendoza. Su trabajo pastoral lo puso cerca de ellos.
No se sabe cuánto tiempo durará esta tregua, pero presenta un precedente. “La Familia Michoacana y Los Tlacos también pueden llegar a acuerdos. La duración va a depender de que dejen de arreglar sus asuntos con las armas, poniéndose de acuerdo y no necesariamente utilizando la violencia. Lo que nosotros estamos haciendo es desarmar el conflicto”, dijo el sacerdote.