En su papel como testigo protegido, “El Cabo Gil” reveló la red de complicidades entre políticos de Iguala, corporaciones policiacas, mandos militares y la delincuencia organizada, especialmente con el grupo Guerreros Unidos.
Padres de los 43 normalistas desaparecidos y su abogado, Vidulfo Rosales Sierra, expresaron su preocupación de que Gildardo López Astudillo, conocido como “El Cabo Gil”, pueda retractarse de sus declaraciones contra mandos del Ejército involucrados en los hechos del 26 de septiembre de 2014.
Rosales Sierra reconoció que las familias de los normalistas terminan la actual administración con una gran desesperanza, ya que habían puesto muchas expectativas en la presidencia de Andrés Manuel López Obrador para conocer el paradero de sus hijos y esclarecer lo sucedido en Iguala.
Recordó que al inicio hubo señales prometedoras, como la Creación de la Comisión para la Justicia y la Verdad y la Fiscalía Especial para el caso, pero señaló que cuando la investigación comenzó a tocar a elementos del Ejército Mexicano, los avances se estancaron.
“Hubo avances, pero cuando se tocó a elementos del Ejército Mexicano, todo se vino a pique y se cayó en un bache”, comentó.
En su papel como testigo protegido, “El Cabo Gil” reveló la red de complicidades entre políticos de Iguala, corporaciones policiacas, mandos militares y la delincuencia organizada, especialmente con el grupo Guerreros Unidos. Las declaraciones de López Astudillo fueron fundamentales para la investigación actual.
Rosales Sierra destacó que “El Gil” habría ordenado el traslado de al menos 17 estudiantes que inicialmente fueron llevados a la barandilla municipal.
Ahora que López Astudillo está detenido nuevamente, hay preocupación de que pueda ser coaccionado para retractarse de sus señalamientos contra el Ejército.
El abogado subrayó la necesidad de que la Fiscalía General de la República (FGR), la Fiscalía Especial para el Caso y la Comisión para la Verdad y la Justicia ofrezcan incentivos para motivar la colaboración de López Astudillo.
“Hay recompensas y otras cosas; debieran buscarlo, ofrecerle, tener diálogo con él para que aporte lo que sabe, porque si nada más lo detienen y ahí va a estar, él se acogerá a su derecho de defensa y no pasará nada”, advirtió Rosales Sierra.