Ciudad de México.- Alrededor de 300 aves de distintas especies fueron encontradas sin vida en las playas de distintos estados de la República, levantando las alarmas entre las autoridades sanitarias del país.
Los cuerpos de las aves aparecieron en los estados de Baja California Sur, Sonora, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Oaxaca y Chiapas y, aunque en un principio se consideró que pudiera tratarse de un brote de fiebre aviar, los resultados revelaron que fueron víctimas de golpes de calor o murieron por hambre, al no poder pescar.
De acuerdo con un reporte conjunto revelado por las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente, el deceso de las aves silvestres se debió a condiciones naturales relacionadas con las altas temperaturas que se viven en el país, a consecuencia de la ola de calor.
Específicamente, según el reporte, el calentamiento del agua del Océano Pacífico hace que el entorno sea potencialmente mortal para las aves, quienes resienten el calor y mueren por ello o por otras complicaciones, como el hecho de que les es más complicado conseguir alimentos.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, este es uno de los efectos visibles del fenómeno de El Niño, el cual calienta aún más el Océano Pacífico, incrementando la posibilidad de ciclones tropicales, inundaciones y chubascos.
El calentamiento del océano hace que los peces naden más abajo, buscando aguas más frescas, lo que dificulta que las aves puedan pescar su alimento y mueran debido a la inanición. Este fenómeno no es exclusivo de México, puesto que en Chile y Perú también ha aumentado la mortandad de las aves.
¿Qué tan peligroso es El Niño?
El fenómeno conocido como El Niño es uno de los peligros más grandes en términos de clima que se pueden padecer en el planeta, de acuerdo con la Organización Meteorológica Internacional (WMO, por sus siglas en inglés).
La oficina, dependiente de la ONU, señala que, a diferencia del fenómeno contrario, conocido como La Niña, éste destaca por el alza de temperaturas en el mar, provocando olas de calor prolongadas.
Ambos fenómenos suelen quedarse en el planeta por largos periodos de tiempo, incluso años, por lo que su efecto en la agricultura, la pesca y la vida común de la humanidad en el planeta, puede verse severamente afectada.
Según la WMO, hay una probabilidad de alrededor del 80 por ciento de que El Niño se quede en el planeta hasta octubre de este año como mínimo, por lo que se espera que las altas temperaturas continúen, aunque con intervalos frescos.
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