Carlos Herrera Tello, rindió protesta este domingo 15 de marzo como candidato al Gobierno de Michoacán.
Sin sana distancia y con sillas vacías, el aspirante a la gubernatura de Michoacán por la alianza PRI-PRD-PAN recibió el apoyo de los dirigentes nacionales de esos partidos políticos.
El perredista Herrera Tello fue respaldado por Alejandro Moreno Cárdenas, Jesús Zambrano, Grijalva y Marko Cortés Mendoza, quienes suman esfuerzos para tratar de ganar las elecciones del próximo 6 de junio.
En la explanada del obelisco erigido a la memoria del Lázaro Cárdenas del Río, en ciudad de Morelia, priistas, perredistas y panistas se unieron a favor del empresario y político.
Todos ellos, en montón, buscan ganarle al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) fundado por Andrés Manuel López Obrador.
Los últimos sondeos de opinión ubican al candidato de Morena, Raúl Morón Orozco, con al menos 10 puntos porcentuales por encima de Carlos Herrera.
Sin embargo, los tres líderes de los partidos políticos nacionales coincidieron en señalar que con la suma de votos lograrán ganar las próximas elecciones para renovar la gubernatura, el Congreso y los municipios.
Moreno, Zambrano y Cortés exigieron piso parejo en el proceso electoral y demandaron que el Plan Nacional de Vacunación no se realice con tintes electorales.
Además, calificaron de hecho histórico unir distintas ideologías para derrotar a López Obrador y lograr arrebatarle la mayoría en el Congreso de la Unión.
Se unen el agua y el aceite, en Michoacán. Van por frenar el crecimiento de Morena. Todos contra el partido del Presidente.
Ahí, en la explanada Lázaro Cárdenas, centenares de personas no respetaron la sana distancia pese a los llamados hechos por los organizadores.
E incluso, el virtual candidato por la alianza, Carlos Herrera permitió que lo abrazaran sin temor alguno a que nuevamente se contagiara del temible coronavirus.
Caminó entre la gente, entre los que en otros momentos fueron sus adversarios, para subir al templete en donde confió en ganar las elecciones.
En el evento político no hubo lleno total, en las últimas filas las sillas estuvieron vacías.
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