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Política

Harfuch rompe el silencio: descarta terrorismo en explosión de Michoacán

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, salió a aclarar la versión sobre la explosión de un vehículo en Michoacán, un hecho que de inmediato levantó sospechas y especulaciones sobre un posible acto terrorista.

Él mismo dejó claro que no hubo terrorismo, ni por definición mexicana ni por estándares internacionales. Según explicó, lo que ocurrió es parte de una pugna entre grupos criminales que ya operan en la región desde hace tiempo: Cártel Jalisco Nueva Generación, Tepalcatepec y Cárteles Unidos.

Harfuch subrayó que no es la primera vez que se usan explosivos en la zona, y que este tipo de agresiones responde a la típica pelea por control territorial, extorsiones, trasiego de droga y tráfico de armas. Lo que más llamó la atención de su declaración es que, contrario a lo que muchos imaginaron, no se trató de un coche bomba abandonado, sino de un vehículo que llegó con conductor y un acompañante antes de detonar.

Qué se sabe del vehículo y por qué se descartó terrorismo

El secretario detalló que los peritajes siguen en proceso, pero ya se sabe algo fundamental: el ataque no iba dirigido a la policía comunitaria, como se rumoreó al principio. Todo apunta a que fue un acto entre células rivales vinculadas a los grupos mencionados. Y aunque se barajan varias líneas de investigación, la de terrorismo quedó completamente descartada por las condiciones del hecho, los actores involucrados y las dinámicas criminales que predominan en la zona.

Harfuch explicó que este tipo de explosiones son parte de los mismos patrones que se ven cuando hay rivalidades entre organizaciones delictivas: más violencia, mensajes de poder y búsqueda de dominio territorial. Nada que ver con terrorismo en el sentido legal o internacional.

Plan Michoacán seguirá reforzándose

A raíz del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el Gobierno Federal presentó el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, un programa que va mucho más allá del ámbito policial. Harfuch recordó que el plan busca reducir homicidios y hechos violentos, y que aunque se presentaron avances recientemente, nadie está cantando victoria.

Según dijo, el plan seguirá reforzándose “hasta que realmente bajen los índices delictivos”, dejando claro que la estrategia es de largo plazo y no un anuncio pasajero. En resumen, lo de Michoacán no fue terrorismo, pero sí un recordatorio de que la disputa criminal sigue activa… y que el Estado intenta contenerla con una estrategia más amplia.