Mariana Rodríguez y Samuel García pierden a su bebé: "Los planes de Dios son perfectos"
Este viernes se confirmó que Mariana Rodríguez, conocida influencer y esposa del senador por Nuevo León, Samuel García, perdió al bebé que ambos estaban esperando.
"Sin saber cómo empezar, pero con mucho dolor y mucha tristeza, tengo que compartir con ustedes que mi bebé decidió no venir al mundo y quedarse con Dios", escribió Rodríguez en un mensaje difundido a través de su cuenta de Instagram, @marianardzcantu.
"Antier comencé a tener un sangrado. Asustada, pero sin imaginar qué tan malo sería, fuimos con la doctora y me confirmó que algo no estaba bien. Nunca imaginé que esta aventura tan increíble fuera a terminar así", explicó.
En su mensaje, Mariana Rodríguez revela que su doctora les explicó, a ella y a Samuel García (con quien contrajo matrimonio en marzo pasado), algo que les tranquilizó: "Quiero que sepan, que no fue nada que hicieron o que dejaron de hacer, simplemente, cuando las cosas no vienen bien, el cuerpo es sabio y hace lo que tiene que hacer", les dijo la médico.
"No todos podrán imaginar lo difícil que es, pero sepan que, a pesar de esta terrible pérdida, confío en la vida, creo en los tiempos de Dios y sé que sus planes son perfectos", añade la también joven empresaria.
LAS PALABRAS DE MARIANA RODRÍGUEZ PARA SU BEBÉ
La influencer dedicó las últimas partes de su publicación para enviar un mensaje tanto a su bebé como a su esposo.
"A mi bebé: me duele saber que no nos conoceremos, que no te tendré en mis brazos, pero sé que me vas a cuidar desde allá arriba y que nos vas a mandar a un hermanit@ pronto", señaló la joven. Y añadió: "A mi esposo: gracias por tu apoyo siempre, sé que no te gusta verme sufrir, ni llorar y por eso te agradezco que hayas estado a mi lado. Confío en que nos espera una familia hermosa y con muchos hijos. Gracias por estar siempre a mi lado dándome paz"
"La vida da muchas vueltas", aseguró. "A veces la emoción es tanta y la ilusión es tan grande, que no quedan dudas y nada te hace pensar que tu alegría se puede derrumbar. No pude evitar compartir esta felicidad con ustedes quizá demasiado pronto, sin pensar que tal vez podría no suceder", concluye.