Los gobiernos de México y Estados Unidos reiteraron su compromiso de mantener una alianza estratégica en seguridad, basada en reciprocidad, respeto a la soberanía, confianza mutua y responsabilidad compartida.
El objetivo principal es desmantelar al crimen organizado transnacional mediante la coordinación entre instituciones de seguridad nacional, cuerpos policiales y autoridades judiciales.
Acciones inmediatas en la frontera
Entre las medidas conjuntas destacan:
- Fortalecimiento de la seguridad fronteriza.
- Combate al tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas.
- Acciones para frenar el tráfico de armas.
- Atención al movimiento ilegal de personas en la frontera.
Además, ambos gobiernos acordaron la creación de un grupo de implementación de alto nivel, que dará seguimiento a los compromisos y coordinará esfuerzos para enfrentar a los cárteles, detectar túneles clandestinos, atacar flujos financieros ilícitos e incrementar inspecciones e investigaciones.
Intercambio de inteligencia y prevención
La estrecha coordinación ya ha permitido reducir el tráfico de drogas y armas, así como mejorar el intercambio de inteligencia dentro de los marcos legales de cada país.
Se prevé ampliar la colaboración en salud pública, con campañas de prevención del consumo de opioides e ilícitos, buscando proteger a la población de ambas naciones.
Compromiso compartido
Tanto México como Estados Unidos subrayaron su determinación de proteger a sus ciudadanos, salvaguardar comunidades y garantizar una frontera más segura a través de esta cooperación reforzada.
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