Morena no logra concretar la fórmula para descartar a los hombres mejor posicionados para las gubernaturas y darle la candidatura a una mujer, y que, a su vez, esto sustente que la negociación política bastará para no tener fracturas que los lleve a repetir el fracaso de Coahuila.
Aplazar 11 días el anuncio de los resultados de las encuestas para la Jefatura de Gobierno y las ocho gubernaturas en juego, se definió tras varias metas inconclusas que volvían inviable cumplir con la fecha inicial del 30 de octubre, pero, sobre todo, ante la falta de consenso sobre cómo definir a cuáles hombres descartar sin que esto implique una ruptura o perder la gubernatura de esa entidad en juego.
El primer motivo de esta situación fue el retraso de las encuestas en algunas entidades como Chiapas, Guanajuato y Jalisco, donde los encuestadores exigieron cambios en la logística para evitar ser nuevamente víctimas de la violencia. Aunque no hay alguna entidad donde el levantamiento de cuestionarios no hubiera podido concluir a tiempo para tener los resultados listos este lunes como se preveía.
Otra razón, fue que algunos legisladores aspirantes decidieron que se aplazara, para poder posicionarse en sus entidades, pues las encomiendas legislativas de las últimas semanas, les impidieron reforzar sus estrategias territoriales.
Pero el principal motivo, es que Morena no ha podido concretar una sola fórmula de paridad que aplique de forma genérica en las nueve entidades, para definir cuáles serán los hombres que tengan que ceder sus lugares a las mujeres más competitivas, pues a diferencia de las elecciones anteriores, hay particularidades de cada entidad que dificultan las designaciones.