Sheinbaum devuelve tierras históricas al pueblo Ódami en la Sierra Tarahumara

Durante su mensaje, fue clara al señalar que no se trata de un favor, sino de reconocer un derecho que siempre les perteneció y que por décadas no había sido reconocido oficialmente.
Con esta acción, se avanza en lo que el Gobierno federal denomina justicia territorial, un eje central del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, que busca reparar el despojo histórico sufrido por comunidades indígenas. La entrega de estas tierras permite que las comunidades se reconozcan legalmente en su territorio y tengan certeza jurídica para su desarrollo y preservación cultural.

Programas sociales, salud e infraestructura para la región

Además de la entrega de los títulos de propiedad, la Presidenta anunció que las y los habitantes de la región serán incorporados al programa Sembrando Vida, con el objetivo de fortalecer la economía familiar y el cuidado del medio ambiente. También se comprometió a mejorar la infraestructura carretera, atender el problema de baches, ampliar centros de salud, garantizar el abasto de medicamentos y fortalecer la atención médica local.
Uno de los anuncios más relevantes fue la construcción de una Escuela de Enfermería en Guachochi, junto al hospital de la zona, para formar personal médico de la propia región y en lengua originaria. A esto se suma la conversión del Hospital Rural de Guachochi en Hospital General de Subzona, lo que permitirá una atención médica más completa para las comunidades serranas.

Más tierras restituidas y apoyo directo a pueblos originarios

Las autoridades federales destacaron que, con esta entrega, ya suman 6 mil 26 hectáreas restituidas a pueblos originarios de la Sierra Tarahumara desde el inicio del actual gobierno. La secretaría de Bienestar informó que más de 161 mil personas de la región reciben apoyos de los Programas para el Bienestar, con una inversión millonaria en 2025, además de recursos directos del FAISPIAM para obras comunitarias.
La Presidenta recordó que fue hasta 2024 cuando los pueblos indígenas fueron reconocidos como sujetos de derecho en la Constitución, permitiendo que hoy cuenten con presupuesto directo para atender sus propias necesidades. Representantes del pueblo Ódami y autoridades estatales coincidieron en que este acto marca un antes y un después para la región, al sentar bases reales para el desarrollo con respeto, identidad y justicia social.