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Política

Sheinbaum recibe a Xiomara Castro en Palacio Nacional: encuentro clave México–Honduras

El ambiente en Palacio Nacional se cargó de formalidad e historia cuando la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, recibió oficialmente a la mandataria de Honduras, Xiomara Castro.

Fue un momento que, además de protocolario, envía un mensaje directo sobre el fortalecimiento de la relación entre ambas naciones latinoamericanas. La bienvenida se llevó a cabo en el Patio de Honor, donde se entonaron los himnos nacionales de ambos países, un gesto que siempre marca respeto, reconocimiento y cooperación entre gobiernos.

Tras la ceremonia y la foto oficial, se programó una reunión privada entre ambas mandatarias, un espacio clave para discutir temas regionales, acuerdos posibles y nuevas rutas de colaboración en materia política, social, económica y humanitaria. Aunque los detalles formales del diálogo aún no se han dado a conocer, la expectativa gira en torno a una agenda compartida que incluya migración, cooperación estratégica, comercio y vínculos multilaterales.

Presencia de alto nivel en Palacio Nacional

El encuentro no fue menor. A Sheinbaum la acompañaron figuras centrales de la política exterior mexicana como Juan Ramón de la Fuente, titular de Relaciones Exteriores, junto con Raquel Serur Smeke, subsecretaria para América Latina y el Caribe, y Lázaro Cárdenas Batel, jefe de Oficina de la Presidencia, lo que deja claro que México pretende convertir este encuentro en un eje diplomático importante.

Por parte de Honduras, Xiomara Castro llegó respaldada por su canciller Javier Efraín Bú Soto, su secretario particular Héctor Manuel Zelaya Castro, y la embajadora Sonia Leticia Cruz Lozano. La presencia de sus altos funcionarios marca un tono serio, estratégico y con disposición de trabajo bilateral.

Un encuentro que abre conversación regional

Este encuentro no solo representa una visita formal, sino un puente que puede detonar nuevos acuerdos y rutas de cooperación regional. México y Honduras comparten desafíos históricos relacionados con movilidad humana, desarrollo económico, seguridad social y fortalecimiento institucional, de modo que una reunión presidencial siempre genera expectativa sobre los avances posibles.

Con los himnos ya resonando en el Patio de Honor y la fotografía oficial sellando el momento, todo apunta a que esta visita puede convertirse en un nuevo capítulo diplomático para ambos países. Ahora queda la parte más interesante: conocer los acuerdos y líneas de acción que surjan tras la reunión privada.