La presidenta Claudia Sheinbaum salió a responder con calma, pero también con claridad, a la reciente advertencia del mandatario estadounidense Donald Trump, quien dijo que impondría un arancel del 5% a las importaciones mexicanas si México no cumple con el volumen de agua pendiente del Tratado de 1944.
Desde la Mañanera del Pueblo, Sheinbaum contó que este martes 9 de diciembre ya estaba agendada una reunión virtual con especialistas de ambos países para revisar los datos técnicos y avanzar hacia una solución.
La mandataria dijo estar convencida de que se logrará un acuerdo, como ha ocurrido en otros momentos complicados de la relación bilateral. Según explicó, la idea es encontrar un punto que beneficie tanto a México como a Estados Unidos sin afectar a las comunidades mexicanas que dependen de ese recurso.
El origen de la tensión y los límites que enfrenta México
La fricción comenzó cuando Trump acusó a México de incumplir el tratado y exigió la entrega inmediata de 246 mil millones de metros cúbicos para abastecer a productores texanos antes del 31 de diciembre.
Sheinbaum explicó que, aunque México mantiene la disposición para cooperar, hay dos limitantes clave:
La primera tiene que ver con las propias necesidades internas del país, ya que entregar demasiada agua de golpe podría afectar a comunidades mexicanas y al sector agrícola nacional. La segunda está en la capacidad del ducto que envía agua al Río Bravo, cuyo flujo no puede aumentarse más allá de lo físicamente posible. La presidenta insistió en que se debe defender el derecho humano al agua, tanto en México como en EU, pero siempre dentro de límites que no comprometan la seguridad hídrica nacional.
Los siguientes pasos y la búsqueda de un acuerdo responsable
Sheinbaum también reveló que ya se comunicó con las y los gobernadores de Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, quienes respaldaron la búsqueda de una solución conjunta. Resaltó que México está unido en este proceso y que la prioridad es cumplir con el tratado sin agravar el estrés hídrico que el país enfrenta desde hace años por sequías, variaciones climáticas y rezagos en infraestructura.
El Gobierno de México analiza varias alternativas, entre ellas entregar una parte del volumen durante diciembre y programar el resto en años siguientes, siempre con el compromiso de no afectar a la población mexicana ni la producción agrícola. Los detalles oficiales podrían darse a conocer este mismo martes o durante el miércoles 10, dependiendo de lo que salga de la reunión con Estados Unidos.













