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Puebla

Armenta lanza fuerte llamado: cuidemos a los animales como vidas, no objetos

El gobernador Alejandro Armenta se puso serio y muy claro al hablar del trato que deben recibir los animales, sobre todo en temporada navideña, cuando las compras impulsivas se disparan.

Su mensaje fue directo: los animales son vidas que sienten, no juguetes ni mercancía para regalar. Armenta pidió a las familias poblanas y a los reyes magos pensarlo dos veces antes de comprar perros, gatos, conejos u otras especies, porque cada año, después de Navidad y Año Nuevo, el abandono de mascotas crece de forma preocupante.

También recordó que, aunque existan centros de bienestar, eso no significa que la responsabilidad desaparezca. De hecho, adelantó que el gobierno ya trabaja en una iniciativa para regular el comercio de animales, resaltando que “un ser sintiente jamás debe tratarse como un producto que se fabrica y se vende”. Es un mensaje que busca cambiar la forma en que la sociedad entiende la convivencia con otras especies.

La historia que remueve conciencias

Durante la misma intervención, la directora del Instituto de Bienestar Animal (IBA), Michele Islas, compartió la historia de Ramiro, un perro que llegó al límite de su fuerza: en los huesos, herido, abandonado y visiblemente maltratado. Cuando la unidad especial del IBA lo encontró, apenas podía sostenerse. Pero con tiempo, atención y muchísimo cuidado, Ramiro volvió a recuperar su energía y hasta su ánimo.

Hoy vive con la propia directora, convertido en su compañero de vida. Y no solo eso: también se ha vuelto un símbolo de lo que la empatía y la constancia pueden lograr, una prueba viviente de que ningún animal debería ser desechado o tratado como algo reemplazable.

Hacia una sociedad más consciente y responsable

Armenta e Islas coincidieron en que decenas de animales esperan un hogar en los albergues estatales. Adoptar no es solo un acto noble, sino una forma de ofrecerles dignidad, seguridad y cariño a seres que ya han pasado por demasiado. Pero también, dijeron, es un paso para crecer como sociedad y construir una comunidad más justa.

Al final, el mensaje quedó clarísimo: cuidar a los seres sintientes refleja quiénes somos, y el tipo de Puebla que queremos formar. Una en la que cada vida tenga valor y ninguna especie sea tratada como objeto.