En la zona comercial de Plaza Solesta, en Puebla, ha surgido un preocupante modus operandi que involucra a delincuentes que se hacen pasar por repartidores de aplicaciones para identificar a posibles víctimas sin levantar sospechas. Esta estrategia les permite moverse libremente y vigilar a personas con artículos de valor o vehículos de lujo.
“Halcones” graban y fotografían a víctimas
Personal de seguridad privada ha identificado a estos “halcones”, individuos que se colocan estratégicamente en pasillos, bancas y estacionamientos, desde donde observan, fotografían y graban a clientes que portan relojes caros, bolsos de diseñador o manejan autos de alta gama.
Ciudadanos exigen reforzar la seguridad
Usuarios y colectivos han denunciado en redes sociales la falta de acciones por parte de la administración del centro comercial, lo que ha generado una creciente sensación de inseguridad. Exigen mayor presencia policiaca, controles de acceso más estrictos y patrullajes constantes, especialmente tras el asesinato del ciudadano estadounidense Stanley Ho.
Asesinato en Solesta: lo que se sabe
El pasado 4 de julio, Stanley Ho fue asesinado a balazos en el estacionamiento subterráneo de Plaza Solesta. Fue abordado por dos sujetos en motocicleta que intentaron robarle un reloj Cartier. Al resistirse, recibió varios disparos. Aunque fue trasladado al hospital por paramédicos del SUMA, perdió la vida minutos después.
Grupo extranjero estaría detrás del crimen
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Francisco Sánchez, confirmó que el ataque fue un asalto planeado y estaría relacionado con una banda extranjera especializada en robo de relojes, identificada por cámaras de videovigilancia. Se presume que los agresores siguieron a la víctima desde que realizó la compra hasta su vehículo.
Llamado urgente a reforzar la vigilancia en plazas de lujo
El caso ha desatado la alarma en la zona metropolitana de Puebla, donde plazas como Angelópolis, Sonata, Palmas Plaza y Explanada podrían ser también objetivo de estas bandas. Ciudadanos y activistas piden a autoridades y administraciones de centros comerciales implementar protocolos de seguridad más estrictos, para evitar que estas estrategias criminales continúen impunes.