Por: Alex Muñoz

Puebla

Eduardo Rivera culpa a la lluvia y a Agua de Puebla por retraso de obras en el Centro Histórico

Puebla, Pue.- El Centro Histórico de Puebla, una joya arquitectónica y cultural, se encuentra en un estado de agonía constante debido a las obras interminables que se suponía que lo revitalizarían. 

El presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, admitió que las obras de rehabilitación del Centro Histórico están experimentando un retraso significativo de aproximadamente un mes. Sin embargo, sus explicaciones son, en el mejor de los casos, insatisfactorias.

Rivera Pérez ha echado la culpa de este retraso a una serie de factores, incluyendo las lluvias, la aparición de socavones y la intervención de la empresa Agua de Puebla para la reconducción de tuberías.

“A lo mejor retrasó eso la temporada de lluvias, los propios socavones, los temas de Agua de Puebla, me refiero (a los aspectos) técnicos, pero (las calles) van a quedar excelentes”, confió Eduardo Rivera.

¿Se debe culpar completamente a las inclemencias del tiempo por un retraso de un mes completo? ¿Dónde estaba la planificación adecuada para tener en cuenta las condiciones climáticas y sus posibles impactos? Además, la aparición de socavones es una consecuencia predecible en una ciudad con una infraestructura subterránea antigua y deteriorada. ¿Por qué no se anticiparon estas eventualidades y se planificaron medidas preventivas?

La inclusión de Agua de Puebla como chivo expiatorio es particularmente intrigante. Si esta empresa era una parte integral de la rehabilitación del Centro Histórico, ¿por qué no se llevaron a cabo negociaciones y acuerdos adecuados para garantizar que su participación no retrasara significativamente el proyecto?

El edil promete que las calles "van a quedar excelentes", pero estas palabras suenan vacías en medio de un retraso prolongado que ha afectado a los residentes y negocios locales. La paciencia de la comunidad ha sido puesta a prueba mientras esperan que el Centro Histórico vuelva a la vida.

La pregunta que queda sin respuesta es: ¿Si este retraso es realmente el resultado de una mala gestión, falta de planificación y supervisión inadecuada, o si es simplemente un intento de evitar la responsabilidad política?

Los residentes de Puebla merecen una explicación más clara y acciones concretas para restaurar su amado Centro Histórico.

 

Temas relacionados: