El gobierno de Puebla está moviendo las cosas en serio para quienes trabajan la tierra.
Con una inversión histórica que supera los mil 600 millones de pesos, el programa Seguridad para el Campo se convirtió en una de las apuestas más fuertes para dejar atrás la pobreza alimentaria que afecta a miles de familias. Según el gobernador Alejandro Armenta, este impulso permitirá que más de 400 mil poblanas y poblanos salgan de esa condición.
El mandatario también soltó un dato que muchos traían atorado: durante administraciones pasadas la inversión al campo era mínima, apenas unos 80 millones de pesos. Aseguró que ahora el campo es prioridad y que, con el dinero destinado en su momento al Museo Internacional del Barroco, se habrían podido comprar más de 15 mil tractores equipados. Además, anunció que en los próximos días llegarán 352 equipos adicionales, para cerrar el 2025 con más de mil 500 unidades agrícolas trabajando tierras de temporal y fortaleciendo la soberanía alimentaria impulsada desde el gobierno federal.
Resultados reales en productividad y tierras mecanizadas
La secretaria de Agricultura, Ana Laura Altamirano Pérez, explicó que solo en los primeros seis meses del programa ya se logró beneficiar a más de 39 mil 500 productoras y productores. Gracias a la puesta en marcha de los módulos de maquinaria, se han mecanizado 53 mil hectáreas, algo que no se había visto en Puebla.
¿El impacto? Muy concreto. Con arados y cultivadores se mejoraron 22 mil 291 hectáreas, logrando suelos más aireados, control de malezas y mayor retención de humedad. Las sembradoras de precisión elevaron hasta en 20% el rendimiento del maíz, frijol y hortalizas, mientras que fertilizadoras y fumigadoras hicieron más seguras y uniformes las aplicaciones en más de 11 mil hectáreas.
Tecnología, capacitación y el salto hacia la agricultura de precisión
Uno de los avances que más llamó la atención fue la incorporación de drones agrícolas, una herramienta que ya coloca a Puebla entre los estados que están apostando por la agricultura de precisión. Estos equipos permiten ahorrar insumos, mejorar aplicaciones y tener un control fitosanitario mucho más eficiente.
Altamirano detalló que se han brindado más de 43 mil 700 servicios técnicos, entre capacitaciones, monitoreo GPS y acompañamiento especializado. Todo esto no solo fortalece la productividad regional, sino que deja listo el camino para la segunda etapa del programa, que busca expandir aún más la cobertura y el impacto en los cultivos de temporal.
En pocas palabras, el campo poblano está viviendo uno de sus momentos más fuertes en años: más maquinaria, más apoyo y mejores resultados para quienes trabajan la tierra todos los días.
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