Puebla, Pue.- Quetzalcóatl Hernández Cervantes, coordinador del Doctorado en Investigación Psicológica de la IBERO Puebla, señaló que una realidad sobre el suicidio es que no existe una razón determinante para que una persona decida quitarse la vida.
Indicó que las posturas epidemiológicas aseguran que este acto no es un trastorno que pueda diagnosticarse; por lo tanto, ocurre tras la configuración de una serie de eventos vitales.
Ante este escenario dijo que cada día del año debe ser una oportunidad para actuar. Las intenciones no son suficientes: hay que informarse y saber qué hacer.
“La demografía del foro, principalmente joven, organizado por el consejo estudiantil de la Licenciatura en Derecho corresponde a un grupo vulnerable: la edad promedio en la tasa de suicidios oscila entre 15 y 22 años, y por cada mujer que se quita la vida lo hacen cuatro varones. Además, existen relaciones importantes con el consumo de sustancias: las personas dependientes del alcohol tienen diez veces más riesgo de atentar contra su integrida”
Estudios de suicidología (disciplina enfocada en el fenómeno) han revelado que más del 90% de las personas presentaban señales de alerta: despedidas, hablar sobre un plan, regalar las posesiones, entre otras. Sin embargo, estas manifestaciones suelen recibir respuestas censoras en forma de frases como “quien quiere matarse no lo dice”.
Agregó que algunos factores de riesgo aumentan la probabilidad de conductas autolesivas: personalidad hermética, temperamento impulsivo y estilos poco sanos de afrontamiento de la realidad. En contraste, factores de protección como la cohesión familiar, la personalidad flexible y el afrontamiento de adversidades con inteligencia contribuyen a minimizar las intenciones suicidas.