Puebla, Pue.- La temporada de lluvias en la capital poblana ha dejado un saldo que evidencia la vulnerabilidad de la ciudad frente a fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos. De acuerdo con la Secretaría de Gobernación Municipal, encabezada por Franco Rodríguez Álvarez, entre marzo y septiembre se han contabilizado 95 socavones y un total de mil 342 incidentes vinculados con el clima, lo que ha obligado a destinar más de 40 millones de pesos en trabajos de desazolve para reducir riesgos en vialidades y zonas habitacionales.
Las afectaciones no se limitan a hundimientos. El recuento oficial señala 817 árboles derribados, 321 inundaciones, 64 anuncios espectaculares colapsados y 45 bardas desplomadas. Estas cifras muestran que la infraestructura urbana no está preparada para resistir precipitaciones que, en palabras del propio funcionario, ya no pueden considerarse atípicas, sino parte de una dinámica constante que compromete la seguridad de miles de habitantes.
El Comité de Emergencias, instalado de manera permanente, coordina las labores de respuesta. Entre sus principales acciones se encuentra la limpieza de puntos críticos, la reacción inmediata en casos de riesgo y la canalización de reportes ciudadanos. Sin embargo, el reto sigue siendo mayor que los recursos disponibles: el deterioro de calles, banquetas y drenajes incrementa la posibilidad de nuevos colapsos.
Rodríguez Álvarez hizo un llamado a la población para mantenerse alerta y reportar cualquier anomalía en sus colonias, aunque el trasfondo apunta a una necesidad estructural: replantear la planeación urbana y la capacidad de drenaje de la ciudad frente a un contexto climático cada vez más impredecible.