Por: Cortesía

Reportaje

El agave busca el balance entre tequileros y productores

Debido a la alta demanda de tequila en México y el mundo, productores y destiladores debaten sobre el valor del agave, puesto que unos quieren aprovechar el crecimiento del consumo a escala global para conseguir precios altos por sus cosechas, mientras que las tequileras buscan costos “razonables” y reglas para sostener estándares de calidad.

Fuentes cercanas a la industria comentaron que están a favor de que los agaves maduren un mínimo de siete años para sustentar una calidad base, pero a los agricultores no les importa el tiempo, sólo quieren vender en cuanto la piña se pueda extraer, que eso ocurre al cuarto año.

Información del Consejo Regulador del Tequila (CRT) muestra que la industria del tequila consumió 2.6 millones de toneladas de agave durante 2022, cifra 173 por ciento mayor a lo que consumían en 2017; sin embargo, en ese mismo lapso, el precio del agave se disparó mucho más al pasar de 8 a 31 pesos por kilo, es decir, un crecimiento de 287 por ciento.

Por otro lado, información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) muestra que la producción de agave creció 25 por ciento en los últimos cinco años; sin embargo, fuentes del sector dicen que se saca más de lo que se consume.

Pero Ramon Gonzalez Figueroa, director general del CRT, apuntó que no hay norma que regule el tiempo de maduración de una piña para usarse en la producción de tequila, por lo que no existe algo que define lo que es bueno o malo respecto a lo que se consume para hacer la bebida alcohólica.

“La Norma Oficial Mexicana dice que el agave tiene que estar registrado, nunca habla de la edad. Hace aproximadamente 12 años dijeron que el agave tiene que ser más duros, pero eso se retiró de la norma porque no existe un madurometro o tequilometro, esto depende del cuidado que le des a tu plantación, puede ser que a los cinco años tengas un agave con una gran riqueza de azúcares. Puedes tener un agave pequeño y cuando haces una jima tu puedes hacer 40 por ciento a los cinco años, otro porcentaje igual a 6 y el resto se llama arrastre, pero eso depende mucho del cuidado. La norma jamás dice cinco, cuatro, siete, diez años”, afirmó.

Cabe destacar que las cosechas se miden por añadas -periodo óptimo para clasificar la maduración de un fruto-, todo lo que se siembra antes de la primera época de lluvias cuenta como dentro de un año de cosecha, no importa si es enero, marzo o julio.

“Empieza a haber más agave de lo que la industria necesita, cuando eso sucede es que hay mucha gente que pierde dinero, porque sienten que invirtieron por obtener una gran ganancia (...) hay asociaciones que se juntan y paran las fábricas obligando su venta”, contaron fuentes cercanas al sector que pidieron anonimato.

Mientras que Ramon Gonzalez Figueroa detalló que los precios son fijados siempre por la oferta y la demanda y que actualmente ellos tienen registro preciso de un millón 421 mil agaves en 426 mil hectáreas al cierre de 2022, así como 36 mil agricultores, que tienen agave en los 181 municipios permitidos en cinco entidades del país.

"La industria creo que está pasando por su mejor momento, y yo recuerdo que antes de la regulación del consejo llegabas a una producción de 100 millones de litros, el año pasado fueron 651 millones, es un crecimiento del 520 por ciento. En los últimos 10 años la cadena productiva ha roto sus propias cifras en materia de producción”, destacó.

Gran parte de porque los productores de agave elevan su precio es por el incremento en la demanda en mercados donde pagan bien por la bebida, principalmente en Europa.

Datos del CRT muestran que Estados Unidos sigue siendo el principal mercado del tequila, al representar 87 por ciento del volumen total de las exportaciones de tequila; sin embargo, naciones como Alemania, España, Francia y hasta los Emiratos Árabes Unidos cada vez quieren más de este producto tradicional de Jalisco.

La exportación de tequila a Alemania creció 60 por ciento anual en 2022 al enviar 10.3 millones de litros, mientras que a España fueron 8.9 millones, casi 90 por ciento más que un año antes.

“Esto es un reflejo de lo que está haciendo una cadena agroindustrial para consentir nuevos paladares y esto ha traído, que hay gente aquí que no es agricultor y tiene agave o no lo era y hoy está experimentando más el tema, que bueno por ellos (...) esto es como en todos los cultivos o les puede ir bien o les puede ir muy mal", afirmó Ramón Gonzalez Figueroa.

 

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